OAXACA DE JUÁREZ • 5 DE MARZO DE 2011
Al menos diez detenidos, un descalabrado y una
persona afectada con gas pimienta es el saldo de un enfrentamiento entre
policías estatales y defensores de los animales, quienes protestaban contra la
corrida de toros en que se presentó el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza en
San Antonio de la Cal, municipio conurbado con Oaxaca capital.Alrededor de 40
miembros de la Asociación de Protección de Animales de Oaxaca (APAO) se
presentaron en el lugar desde las cuatro de la tarde. Al grito de "¡si Juárez
viviera, esto no sucediera!", poco a poco rodearon la plaza.
Dos horas después, ya que Hermoso de Mendoza había
matado a su primer toro, el tercero de la tarde, los manifestantes cerraron los
accesos al público y la puertas por donde entran los toreros y la que va del
corral al tendido.Cuando el astado yacía muerto en la arena una voz se alzó
para ordenar que entrara la carreta de mulas para sacarlo del ruedo. Los
activistas fueron arrollados literalmente. De inmediato comenzaron los jaloneos
con el personal de seguridad privada, y de ahí pasaron a los golpes. Cambiaron
entonces de consigna: “¡Respeto a la libertad de expresión!”, “¡respeto al derecho
de manifestación!”.De nada sirvió, porque los policías estatales que aguardaban
al exterior de la plaza arremetieron contra ellos. Los golpearon, cayeron al
piso; los jalonearon y arrastraron, y hasta un policía roció de gas pimienta a
un joven.
Hilda Toledo Salinas, líder de la APAO, denunció
después que diez de sus compañeros fueron detenidos y aseguró que se
trasladarán con sus protestas al palacio de gobierno porque fueron las
autoridades estatales las que otorgaron el permiso.Pedro Haces, propietario de
Red Bull Productions, la empresa que organizó la corrida, informó a La Jornada
que presentará una denuncia contra Hilda Toledo. La acusó de “agitadora, pues
llevó a muchachitas en estado de ebriedad o quizá con algo más para que
aventaran piedras”. Aseguró ser juarista, “virtud” de la que dijo carecen los
manifestantes, porque mientras exigían garantías a su libertad de expresión
hicieron caso omiso de la máxima: “el respeto al derecho ajeno es la paz. Son
una minoría y aquí se impuso la mayoría taurina. Estamos contentos porque
hicimos historia”.
La accidentada corrida terminó con cuatro orejas y
un rabo para Pablo Hermoso de Mendoza; un dedo fracturado para el torero
Federico Pizarro y una cornada para Uriel Moreno, El Zapata.
Fuente: La Jornada
(Link no disponible)
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