MOSCÚ •
20 DE ABRIL DE 2010
El consumo de alimentos transgénicos implica riesgos
importantes para el crecimiento y el desarrollo y para la capacidad
reproductiva de los animales de laboratorio, según revela un estudio
independiente llevado a cabo por un grupo de científicos rusos. El estudio,
presentado en Moscú y elaborado por la Asociación Nacional para la Seguridad
Genética (ANSG) y el Instituto Severtsov de Problemas Ecológicos y Evolutivos
adjunto a la Academia de Ciencias de Rusia, fue realizado entre 2008 y 2010 con
hámsters de laboratorio, según informó la agencia estatal rusa de noticias, RIA
Novosti. Según el subdirector del Instituto Severtsov, el doctor en biología
Alexei Surov, se han detectado retrasos en el desarrollo y el crecimiento, el
desequilibrio entre sexos en las camadas --con predominio de las hembras--, la
disminución del número de crías en las camadas y la esterilidad en la segunda
generación, así como una importante merma de la capacidad reproductiva en los
machos. Por su parte, el presidente de la ANSG, Alexandr Baranov, destacó la
esterilidad de la segunda generación como la principal y la más grave
consecuencia del consumo de transgénicos. "El resultado más importante de
nuestro estudio es la paralización de la capacidad reproductiva. La naturaleza
suspendió la procreación en los animales alimentados con transgénicos",
indicó Baranov. Según los expertos en ecología, en el mundo se han efectuado
muy pocos estudios sobre el consumo de transgénicos y sus consecuencias para la
salud de los animales. Los últimos estudios independientes de este tipo
conocidos se llevaron a cabo en el Instituto de la Actividad Nerviosa Superior
y Neurofisiología (Rusia, 2005) y en la Universidad de Caen.
Fuente:
Europa
Press
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