ARGENTINA • 28 DE ENERO DE 2011
Una osa polar recorrió 687
kilómetros nadando durante nueve días en las frías aguas del Mar Beaufor, al
norte de Alaska. Según informa el diario El Mundo, el dato se pudo conocer con
precisión porque hace dos meses le habían colocado un collar con GPS para
estudiar cómo son los recorridos que realiza esta especie. El sacrificado viaje
de la osa puede explicarse por el creciente deshielo de las regiones polares,
un fenómeno que se está acentuando por causa del calentamiento global.
Los
deshielos en las regiones polares son cada vez más intensos y esa situación
obliga a los osos polares a recorrer grandes distancias en busca de alimento.
Se sumergen y nadan para capturar focas, uno de sus platos preferidos. Ese
hábito se pudo confirmar observando la rutina de esta osa polar, perteneciente
a la especie Ursus maritimus.
Según los autores de la investigación, se trata
de la primera evidencia sobre las grandes distancias que recorre esta especie
carnívora. Anteriormente se habían avistado osos polares nadando, pero hasta
ahora no se había podido monitorear un viaje entero. Gracias al collar con GPS
que hace dos meses le colocaron a la osa, se pudo saber exactamente si la osa
estaba en la tierra o en el agua. Con un termómetro implantado en su piel,
además, se verificó a diario su temperatura. En dos meses ya no tenía el 22 por
ciento de su grasa corporal , según explicó el investigador George M. Durner a
la BBC.
El calentamiento global es la gran amenaza de estos animales. Dependen
del hielo y aunque son buenos nadadores, no están adaptados para viajar tanto y
cazar a sus presas en el agua. Para alimentarse, suelen hacer agujeros en el
hielo y allí mismo capturan a sus presas.
Fuente: El Clarìn
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