MADRID • 19 DE DICIEMBRE DE 2010
Los renos son uno de los
símbolos más alegres de la Navidad. Sin embargo, la vida real de algunos de
estos animales dista mucho de las idílicas imágenes que se ofrecen cada año
durante las Navidades, según acaba de denunciar la organización para la defensa
de los animalesWSPA (World Society for the Protection of Animals). La
asociación ha hecho pública una investigación en la que muestra cómo estos
animales son, en ocasiones, maltratados tanto en Suecia como en Finlandia. En
concreto, la denuncia se centra en el trato que reciben por parte del personal
que los caza y agrupa en grandes manadas, y de los cuidadores que los trasladan
a los mataderos. Además, considera que los métodos empleados en el sacrificio
de los renos no cumplen con las leyes de estos países, que establecen que se
debe infringir el mínimo estrés y daño posible al animal para evitar
su sufrimiento.
Paradójicamente la denuncia afecta a dos países
particularmente sensibilizados con los derechos de los animales y que cuentan
con una amplia legislación para garantizar su protección. El maltrato
infringido a los renos, cuya carne es muy apreciada en los países del norte de
Europa, viola también la Declaración de Växjö, aprobada en 2008 por el Nordic
Council of Ministers (Consejo Nórdico de Ministros). Los vídeos fueron
grabados durante noviembre y diciembre de este año en el bosque de
Mellannes de Lastak (Suecia) y en un matadero de Lapin Liha (Finlandia). Según
afirma la autora de la investigación, Helen Proctor, el sufrimiento de
estos animales se prolonga durante toda la cadena del largo proceso
comercial.
Se trata de un animal salvaje, acostumbrado a vivir
en libertad y sin contacto con los humanos, a los que ven por primera vez
cuando llegan para cazarlos, algunos a bordo de sus vehículos de nieve. El
fuerte estrés continúa cuando son forzados a entrar en corrales o emplean una
fuerza desproporcionada para trasladarlos al matadero. Además, al estar
hacinados en camiones durante muchas horas es frecuente que mutilen las orejas de
otros animales con los cuernos, o bien que éstos se queden enganchados entre la
madera.
Con frecuencia, señalan los autores del informe, las heridas no se
curan y los animales siguen sangrando durante horas. A la hora de
sacrificarlos, se utilizan cuchillos y otras técnicas que según denuncian en
WSPA, violan la legislación. "Las imágenes pueden resultar particularmente
desagradables en esta época festiva del año, pero se trata de un crudo retrato
del sufrimiento de los renos", afirma Roger Petterson, portavoz de WSPA y
director de la organización en Suecia. "El cuidado de los renos era
un derecho exclusivo de la población sami pero la entrada de otros
agentes en su comercio ha cambiado radicalmente la manera en la que estos
bondadosos animales son tratados en la actualidad, y no para mejor",
asegura.
Los renos han jugado un papel central en la
supervivencia de la población Sami de Suecia. Durante los últimos 40 años, el
sistema tradicional que utilizaba perros para cazar renos salvajes y agruparlos
en manadas ha sido reemplazado por métodos extensivos, que utilizan
vehículos de nieve (snowmobiles) y helicópteros. Estos vehículos causan un gran
estrés a los animales, que intentan continuamente y sin éxito escapar, lo que
les causa daños musculares y diversas lesiones. El cuidado de los renos se
extiende en la actualidad a la mitad del territorio sueco y alrededor de 2.000
personas y 900 compañías se dedican a su comercio. Se calcula que cada año
son sacrificados unos 50.000 renos.
Durante el invierno de 2009 había en Suecia una
población de 250.000 renos, prácticamente la misma que a principios de siglo,
según muestran los registros. El número ha ido fluctuando, desde los 150.000
que había en 1994 a los 300.000 que se contaban en 1990 debido, principalmente,
a los cambios en los pastos y a los animales depredadores. Hasta ahora no se
han producido sentencias condenatorias por maltrato de renos ya que según
afirma Helen Proctor, se trata de la primera vez que descubren este nivel de
abuso en el trato que se da a los renos y que se ha documentado
exhaustivamente.
Fuente:
El Mundo
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