WASHINGTON • 11 DE JUNIO DE 2010
Ver las imágenes de pelícanos y otras aves
empetroladas da miedo, pero nosotros mismos estamos nadando en la sustancia. La
idea de dejar el auto para usar la bicicleta no es la solución para alejarnos
del crudo. El calzado deportivo y la bicicleta contienen productos fabricados
con petróleo. En caso de que se quiera usar baterías eléctricas en los
vehículos, éstas tienen una carcaza plástica de petróleo y gas. El aislante
para mantener las casas frescas también comenzó bajo la forma de crudo y gas.
Sin él las personas sudarían, pero usarían desodorante que también deriva del
petróleo. Ni siquiera se puede escapar del petróleo en la comida: algo tan
inocente como una leche malteada puede tener sustancias para volverla más
cremosa... hechas a base de petroquímicos.
El petróleo está en todas partes,
impregna nuestra vida diaria en formas que nunca nos imaginamos, está en las
alfombras y los muebles, las computadoras y la ropa. Los productos que están en
contacto directo con nuestro cuerpo como la pasta de dientes y la crema de
afeitar, el brillo labial y las cápsulas de vitaminas. Los petroquímicos son el
aceite que hace funcionar nuestra vida moderna. Por todo esto, los
petroquímicos están incluso en nuestra sangre.
Los Centros de Control y
Prevención de Enfermedades de Estados Unidos realizaron pruebas a los humanos
para encontrar químicos y metales ambientales, tras las que registraron 212
componentes distintos, de los cuales más de 180 eran productos derivados del
gas natural y el petróleo. "Es el material básico de nuestra
sociedad", dijo Michael Wilson, investigador en la Universidad de
California en Berkeley. "Esta es la era petroquímica". El profesor de
ciencias ambientales de la Universidad Estatal de Luisiana Ed Overton, que trabaja
con el gobierno ante el derrame petrolero, reconoció la presencia diaria de
este químico en nuestras vidas. "No hay algo que hagamos a diario que no
esté afectado por los petroquímicos" dijo. "Todo lo que no es acero o
hierro, o algún tipo de metal, tiene algún componente petroquímico. Y eso se
debe a lo que hemos logrado hacer con él", dijo el profesor de química de
la Universidad de Virginia Occidental Dady Dadyburjor.
Para ilustrar lo
importantes y maleables que son los petroquímicos no hay mejor ejemplo que un
frasco de champú, dijo Kevin Swift, director de economía y estadística del
Consejo Estadounidense de Química, la asociación de comercio de la industria
química. La botella es de plástico, la tapa es de plástico, el sello y la marca
también. La tinta viene de petroquímicos e incluso el pegamento debajo de la
etiqueta viene del petróleo o del gas. "El mismo champú se deriva de
petroquímicos", dijo Swift. "Un frasco de champú es totalmente
químico".
Fuente: Univisión
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