VERACRUZ • 9 DE AGOSTO DE 2010
El accidente ocurrido el jueves pasado en la planta
nucleoeléctrica de Laguna Verde, que obligó a suspender operaciones, emitió
contaminantes al ambiente, sostuvo el catedrático de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) Bernardo Salas Mar. Egresado de la Escuela Superior
de Física y Matemáticas del Instituto Politécnico Nacional, Salas Mar laboró en
la central nuclear de 1980 a 1995 y actualmente imparte cursos de protección
radiológica en la UNAM. Aseguró que, según sus fuentes, en las instalaciones de
Laguna Verde, el jueves estuvo a punto de suceder un accidente por pérdida de
refrigerante, lo que pudo haber causado que se fundiera el núcleo del reactor.
La mayor parte de la fuga de vapor se quedó en el contenedor primario, pero sí
hubo una fuga considerable de radionúclidos al medio ambiente, indicó.
Los radionúclidos son núcleos atómicos que emiten
radiaciones ionizantes y pueden causar cáncer, pero también se les usa en
equipos de imaginología y para el tratamiento del cáncer. Según el
especialista, el incidente bloqueó los controles del reactor, por lo cual se
ordenó activar el plan de emergencia radiológica externa y se dio aviso a la
Marina, el Ejército, bomberos, la Secretaría de Gobernación, el sector salud,
el gobierno del estado y la Policía Federal división de Caminos. El gobernador
(Fidel Herrera Beltrán) se encontraba en Panamá de visita oficial. Por fortuna
se encontró la falla a tiempo y se controló el reactor.
La seguridad en Laguna
Verde se ha reforzado a partir del jueves. Los pobladores de la comunidad Palma
Sola, municipio de Alto Lucero, donde se halla la central, están preocupados, y
la Comisión Federal de Electricidad sólo informó que se perdió vapor en una de
las válvulas. Según Bernardo Salas, nunca se ha efectuado un simulacro de
evacuación ante una contingencia radioactiva en Laguna Verde, pese a que las
normas internacionales señalan que es obligatorio. La CFE, sostuvo, tiene la
complicidad de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas, que
aceptan simulacros de escritorio en los que sólo se movilizan cientos de
autobuses requisados en Jalapa y Veracruz, en un radio de 1.6 kilómetros
alrededor de la planta.
Fuente:
La
Jornada
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