Por:
Lydia Cacho
MEXICO •
27 de mayo de 2010
Me llamó la atención descubrir que cuando llegan a
pueblos y ciudades muchos circos hacen cacería de perros y gatos callejeros
para dárselos de alimento a sus animales; a veces vivos, a veces muertos.
Recientemente el Circo de Portugal, con tigres, leones y toda suerte de
animales salvajes encerrados en constreñidas jaulas, visitó Cancún. Por la
noche sus empleados llegaron a una zona en que jugaba una manada de perros que
se habían convertido ya en parte del inventario local; les dispararon
somníferos y se los llevaron. Los testigos quedaron impresionados. Otro circo
que paseaba por el sureste indignó a varios vecinos que descubrieron que sus
mascotas que salían en libertad por las calles fueron carnada circense. Una
mujer con siete gatos me aseguró que cuando el espectáculo llega a su pueblo,
encierra a sus mascotas.
Algunos dirán que es mejor que los canes callejeros
tengan un propósito alimentario a que sean aniquilados con crueldad en las
perreras o mueran famélicos en las calles, y tendrán razón, al menos
parcialmente. Sin embargo lo que hacen estos circos es ilegal. Recién llegado
al poder Fidel Castro decidió deshacerse de miles de perros cubanos porque les
“arrebataban” alimento a las personas. Años más tarde México hizo la
exportación de canes más grande de la historia hacia Cuba. La ausencia de
mascotas generó problemas de socialización y depresión. Sicólogos y médicas
explicaron la importancia vital que la presencia de perros tiene en la vida
comunitaria, en el desarrollo de sensibilidad y compasión.
La compañía canina es medicina preventiva; acariciar
a un perro o gato induce la producción de endorfinas y equilibra la presión
arterial. Quienes crecen con perros aprenden a cuidar de otros y a expresar
emociones; y un hogar con perro tiene 9 veces menos probabilidad de ser
asaltado que uno sin guardián. Hay varias historias de comunidades que
eliminaron a sus gatos sólo para repoblar la cuidad de felinos una vez que se
infestaron de ratas y cucarachas. Hay problemas en el país cuya solución está
lejos de nuestras manos, pero el de la protección y tenencia responsable de
mascotas es asunto en que toda la gente puede participar.
México tiene leyes de
protección de los animales y la unión y presión comunitaria ha demostrado ser
útil en varios casos. No es casualidad que con la violencia que se vive en
México se renueve el movimiento de protección a los animales. Podría parecer
ocioso hablar de este tema cuando todos los días docenas de personas mueren a
manos del crimen organizado. Pero la crueldad humana se nutre cuando no hacemos
nada para detener las pequeñas acciones de desprecio a la vida, no importa si
la víctima es una persona o un animal.
Las sociedades más civilizadas han
entendido que la paz se construye diariamente, creando una cultura armónica que
evita conscientemente todo acto de crueldad.
Fuente: El Universal
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