jueves, 15 de noviembre de 2012

La ciencia responde a la polémica del 'Climategate'



ESPAÑA  |  21 DE ENERO DE 2010
La revista Nature, considerada junto a Science como la 'Biblia' de la comunidad científica, se ha lanzado a la arena de la batalla ideológica sobre el clima. Su último número, que aparece hoy, es una respuesta directa al escándalo de los correos electrónicos robados por unos hackers a la Universidad de East Anglia, en Gran Bretaña. Cuando esos e-mails salieron a la luz, en noviembre pasado, justo antes de la Cumbre de Copenhague, se organizó una sonora polémica a la que se bautizó 'Climategate'. Para los detractores de las tesis del cambio climático, los correos demostraban que los científicos hacen piña para desdeñar a quienes rechazan sus conclusiones e, incluso, maquillan datos para hacerlos compatibles con las teorías.
Ahora, 'Nature' sale a la palestra para desmentir que haya algo en los correos que ponga en duda la existencia del cambio climático o muestre falta de escrúpulo profesional en quienes los escribieron. Pero ésta es la parte menor del alegato. Porque lo relevante es que la revista lanza un órdago general al escepticismo y lo hace con una atrevida estrategia: reconociendo que sí existen dudas sobre el calentamiento global. Pero esas incertidumbres, aclara 'Nature', no son precisamente aquéllas en las que insisten los escépticos, sino otras. Además, aclaran los editores de la revista de referencia de la comunidad científica, esos aspectos poco conocidos del calentamiento global, aun siendo importantes, no invalidan la conclusión de que la atmósfera se está calentando por los gases de efecto invernadero. Y ni siquiera se han ocultado nunca las incertidumbres. Nature recuerda que el último informe del panel de expertos de la ONU, de 2007, señalaba que había «54 incertidumbres clave que complican la ciencia del clima».
En su edición, 'Nature' engloba esas 54 dudas en cuatro grupos y las airea con la intención de que se pueda hablar de ellas abiertamente sin padecer ese «clima de sospecha» que entorpece el avance de la investigación. Las críticas a la ciencia del clima, tienen cada vez una motivación más ideológica que técnica, afirma el editorial de la revista. Estas son las verdaderas dudas sobre el clima para 'Nature'.
Predicción regional
Los modelos de predicción climática son eficientes para calcular tendencias de temperatura en el futuro, pero sólo a escalas geográficas amplias. Cuando se desciende al detalle, no son tan fiables. Nature reconoce que los gestores políticos necesitarían predicciones a nivel de comarca para tomar decisiones, pero la ciencia sólo ofrece datos para áreas geográficas que tengan al menos 100-300 kilómetros de lado.
Precipitaciones
El aumento global de las temperaturas aumenta la evaporación de agua y acelerará el ciclo hidrológico. Pero los programas de simulación no son certeros para predecir cómo afectará eso a las lluvias. Según Nature, la ciencia actual es especialmente torpe para saber qué va a pasar con las lluvias invernales y con las sequías subtropicales, aunque sí está claro que van a cambiar.
Aerosoles
Los aerosoles son partículas presentes en la atmósfera como el vapor de agua, el hollín o el polvo, cuyo efecto sobre el clima aún no está bien valorado porque unos reflejan la luz del Sol y tienen un efecto de enfriamiento y otros la capturan y generan calentamiento. También hay que estudiar mejor la interacción de los aerosoles en la formación de nubes y los nuevos satélites ayudarán a hacerlo.
Clima antiguo
Para conocer las temperaturas de los últimos siglos se usan multitud de indicios, como los anillos de crecimiento de los árboles. Pero estas evidencias dan problemas. En parte del Hemisferio Norte, el crecimiento de los anillos reciente no va acorde con las mediciones de los termómetros. Este método está en entredicho, pero puede sustituirse por otras formas de deducción de temperaturas pasadas.
Discusión sobre el Himalaya
Al mismo tiempo que la revista 'Nature' lanzaba su ofensiva en defensa de la investigación del clima, se generaba un nuevo episodio de confusión en torno al cambio climático. Esta vez ha estado envuelto en él el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de la ONU, el IPCC, que ha decidido rectificar una afirmación de su informe de 2007 que decía que los glaciares del Himalaya podían derretirse en 2035. Ese dato provenía de la «declaración de un experto» y no de un artículo científico publicado en una revista de referencia y que hubiera sido revisado por otro experto, como exige el modo de funcionamiento del IPCC. No se puede asegurar si el Himalaya se quedará sin hielo en fecha tan temprana, pero sí que lo está perdiendo.
Fuente: El Mundo

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