Por:
Stephen Leahy
Enviado
Especial
DOHA • 30 DE NOVIEMBRE DE 2012
El recalentamiento planetario bien puede mantenerse
debajo de dos grados, pero solo si la mayoría de los depósitos conocidos de
carbón, petróleo y gas permanecen en el suelo, según un informe científico
presentado este viernes 30 en la capital de Qatar.
El problema es que ningún país está suficientemente
cerca de mantener los combustibles fósiles en el suelo, según el "Climate
Action Tracker" (CAT, rastreador de acción climática), dado a conocer
en la 18 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (COP 18), que se celebra hasta el 7 de
diciembre en Doha. De hecho, los países van en la dirección equivocada. En 2011
gastaron 523.000 millones de dólares de dineros públicos en subsidiar la quema
de combustibles fósiles, dijo Michiel Schaeffer, científico de Climate
Analytics que produjo el informe junto con la consultora holandesa de energía
Ecofys y el alemán Instituto Pik de Potsdam.
"Los subsidios 2011 a los combustibles fósiles
fueron 30 por ciento superiores a los de 2010, según la Agencia Internacional
de Energía (AIE)", dijo Schaeffer a IPS.Por contraste, la AIE señaló que
la energía solar, la eólica y otras renovables recibieron apenas 88.000
millones de dólares en subsidios, la sexta parte de la cantidad otorgada al muy
rentable sector de los combustibles fósiles. Aunque 194 estados y la Unión
Europea están reunidos en la COP 18 para garantizar que el recalentamiento del
planeta no supere los dos grados, no están debatiendo cómo eliminar los
subsidios a los combustibles fósiles. En cambio, hasta ahora las negociaciones
han girado ampliamente en torno a crear programas de créditos de carbono, y a
debates sobre el dinero para ayudar a los países pobres a sobrevivir a los
impactos actuales y futuros del cambio climático.
Los delegados de los países han llegado a Doha sin
estar preparados para hacer los compromisos necesarios a fin de permanecer
realmente debajo de los dos grados. "Varias voces sugieren que mantener
las temperaturas debajo de dos grados no es posible. Eso simplemente no es
verdad. Es perfectamente viable", dijo Schaeffer. Para que sea factible,
se requieren recortes de 15 por ciento en las emisiones mundiales para 2020, en
relación a los niveles actuales. En 2011, las emisiones aumentaron 3,2 por
ciento y, en 2010, 5,9 por ciento. No superar los dos grados, e incluso estar
por debajo de 1,5 grados, es técnica y económicamente viable. Pero "solo
con ambición política respaldada por una acción rápida que empiece ahora",
según el informe CAT.
No se puede esperar hasta 2020 para actuar, dijo
Bill Hare, presidente y director gerente de Climate Analytics, una organización
sin fines de lucro con sede en Berlín. "Si esperamos, no nos quedarán
muchas opciones", añadió. Una
acción rápida antes de 2020 implicará costos mucho menores. Por el contrario,
seguir demorando significará costos mucho mayores y estrategias dudosas, como
enormes plantaciones dedicadas a la elaboración de biocombustible, más
centrales nucleares, y el método hasta ahora no demostrado de captura y
almacenamiento de carbono a gran escala. Si las emisiones no llegan a un tope y
se revierten antes de 2020, igual será técnicamente posible mantenerse en menos
de dos grados. Sin embargo, dependiendo de cuán alto sea ese tope, puede ser
demasiado costoso de lograr, además de tener enormes impactos sociales, dijo
Schaeffer. "Una demora significa volcar los enormes costos de la acción, o
incluso los costos mayores de los impactos climáticos, sobre las próximas
generaciones", sostuvo.
Según el director de políticas energéticas y
climáticas en Ecofys, Niklas Höhne, ningún país está haciendo suficiente para
impedir esto. Muchas naciones todavía no tienen políticas que apunten a cumplir
con sus reducciones prometidas, señaló Höhne. Estados Unidos, por ejemplo,
dista de estar haciendo suficiente antes de 2020. Fácilmente podría reducir las
emisiones derivadas de sus centrales eléctricas alimentadas a carbón, aumentar
las inversiones en energías renovables y también la eficiencia energética,
bastante baja, de sus edificios, dijo a IPS.
En declaraciones sobre la actual lentitud de las
negociaciones, Schaeffer planteó que "no debería ser tan difícil calcular
cómo hacer reducciones". Sin embargo, poderosos intereses creados en el
sector de los combustibles fósiles combaten toda acción en materia climática.
Ellos ejercen una fuerte presión sobre los gobiernos, mientras que el sector de
la energía baja en carbono todavía es una industria relativamente pequeña,
dijo. "En la industria de los combustibles fósiles, muchos piensan que no
tienen nada que perder en la necesaria transformación del sector
energético", observó Schaeffer. (FIN/2012)
Fuente:
IPS Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario