MADRID • 26 DE MAYO DE 2009
La
capacidad para fabricar herramientas se ha considerado tradicionalmente un rasgo exclusivo de la especie humana.
Sin embargo, la ciencia está demostrando con cada vez más contundencia que
otros animales, como los chimpancés y algunos tipos de pájaros, también pueden
desarrollar su propia 'tecnología'. El último hallazgo en este campo acaba de
desvelar que los grajos, un ave de la familia de los cuervos, son capaces de
producir y utilizar herramientas, modificándolas
de tal manera que sean útiles para obtener comida y empleándolas
incluso de forma secuencial. Esto es lo que acaba de comprobar un equipo de
científicos de las universidades de Cambridge y Queen Mary (Reino Unido). Los
resultados del estudio se publican hoy en la edición digital de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Según
explica Chris Bird, de la Universidad de Cambridge y director del estudio,
"este descubrimiento es importante porque los grajos no parecen utilizar herramientas en la
naturaleza, pero las habilidades que hemos comprobado en el laboratorio
son similares a las observadas en animales que habitualmente fabrican
utensilios, como los chimpancés y los cuervos de Nueva Caledonia". En los
experimentos, los grajos aprendían con rapidez a dejar caer una piedra para que cayera sobre una plataforma y
adquirir así una pieza de comida. Posteriormente, demostraron que eran capaces
de elegir el tamaño y forma adecuados de una piedra sin recibir adiestramiento.
Además,
según apuntan los investigadores, no sólo utilizaban piedras para resolver la
tarea sino que también eran
flexibles a la hora de escoger la mejor herramienta, utilizando y
modificando pequeñas ramas para conseguir el mismo objetivo. De hecho, cuando
la herramienta adecuada no estaba a su alcance, incluso usaban otra para
conseguir atraparla, demostrando su habilidad para utilizarlas de forma
secuencial.
En
pruebas posteriores, los grajos también fueron capaces de utilizar una
herramienta en forma de gancho para conseguir comida de un tubo diferente e
incluso doblar una pieza recta de
alambre para lograr este objetivo. "Sugerimos que ésta es la
primera evidencia inequívoca de creatividad e intuición animal, ya que los
grajos fueron capaces de fabricar una herramienta en forma de gancho en su
primer intento, y sabemos que no
tenían experiencia previa en realizar herramientas de este tipo a
partir de alambres, debido a que las aves fueron criadas en cautividad",
explica Nathan Emery, de la Universidad Queen Mary de Londres, en cuyo laboratorio
se realizó el estudio. Estos
descubrimientos sugieren que la capacidad de los grajos para fabricar y emplear
herramientas no es una adaptación
que ha surgido a lo largo de su evolución en la naturaleza, sino una
habilidad que han desarrollado en cautividad debido a su sofisticada
inteligencia.
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