JALISCO • 8 DE ABRIL DE 2010
El Comité Independiente para la
Investigación e Información sobre Ingeniería Genética, en conjunto con dos
universidades francesas, realizó un estudio que demuestra que tres variedades
de maíz genéticamente modificado (NK603, MON810, MON863) de la empresa “Monsanto”,
inducen a un estado de toxicidad hepatorenal (afectaciones al riñón), y puede
ser debido a los nuevos plaguicidas que contienen. La variedad NK603 ya fue
autorizada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
y Alimentación (Sagarpa) para cultivarse experimentalmente en Chihuahua,
Tamaulipas y Sinaloa. El permiso para Jalisco está en trámite.
“Las tres
variedades de maíz que fueron la base de la investigación revelaron nuevos
efectos colaterales, ligados a su consumo. Los efectos se concentraron
principalmente en el hígado y riñones, los dos principales órganos depuradores
que desintoxican al cuerpo”, concluye la investigación titulada “Una
comparación de los efectos de tres variedades de maíz genéticamente modificado
en la salud de mamíferos”. El estudio es uno de las pocos realizados por
científicos independientes y no por empresas biotecnológicas. Gilles-Eric
Séralini, uno de los autores y miembro experto de la Comisión para la
Reevaluación de la Biotecnología que creó la Unión Europea en 2008, señala que
debido a los resultados, debe haber una prohibición “firme” sobre la
importación y cultivo de los organismos genéticamente modificados.
El estudio
se basa en las pruebas publicadas por “Monsanto” y en la repetición de pruebas
realizadas en estos tres maíces transgénicos, con los que alimentaron a ratas
por 90 días. El resultado fue que los tres maíces contienen residuos de nuevos
plaguicidas, que estarán presentes en los alimentos de los seres humanos. “Por
primera vez en el mundo, hemos comprobado que los transgénicos no son
suficientemente saludables para comercializarse”, remató Gilles-Eric Séralini.
Fuente: El Informador
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