WASHINGTON DC/BALTIMORE • 9 DE JULIO DE 2012
Los niños que conviven con perros tienen menos
posibilidades de presentar ciertos tipos de infecciones en los oídos o
problemas respiratorios que aquellos que no tienen mascotas, según un estudio divulgado
este lunes. El estudio, presentado en la publicación estadunidense Pediatrics, no especifica las razones de
este resultado, pero sugiere que estar rodeado de un perro que pasa parte de su
día al aire libre fortalecería el sistema inmunológico del niño en su primer
año de vida. Los gatos también ofrecerían este tipo de protección para los
bebés, aunque el efecto sería menor que con los perros.
La investigación fue realizada sobre 397 niños en
Finlandia, donde los padres llevaron semanalmente durante un año a analizar el
estado de salud de sus pequeños de entre nueve y 52 semanas de edad. Así, el
estudio concluyó que los bebés que conviven con gatos o perros tienen un 30%
menos de posibilidades de presentar síntomas de infecciones respiratorias -que
incluyen tos, rinitis y fiebre-, mientras que alrededor de la mitad probablemente
no sufrirá infecciones de oído. "Si los niños tienen contacto con perros o
gatos en casa, serán significativamente más saludables durante el periodo de
estudio", señala la investigación realizada por expertos del Hospital
Universitario Kuopio en Finlandia.
La diferencia más notoria fue observada entre los
niños que tienen a un perro dentro de casa por unas seis horas al día
contra aquellos que no tienen mascotas o que las colocan siempre afuera. "Brindamos una evidencia preliminar de
que tener un perro puede ser beneficioso contra infecciones en el tracto
respiratorio durante su primer año de vida", destaca el estudio. "Estimamos que el contacto con animales
ayudaría a madurar el sistema inmunológico, llevando a una respuesta
inmunológica más tranquila y a una breve duración de las infecciones",
destaca.
El resultado fue significativo, incluso luego de que
los investigadores descartaran otros factores influyentes, como no haber sido
amamantados, asistir a la guardería, haber sido criados por fumadores o padres
con asma, o convivir con otros niños. Además de tener menos infecciones en los
oídos e infecciones respiratorias, los bebés que viven con perros tienden a
emplear menos tratamientos con antibióticos en comparación con aquellos que
viven en hogares sin mascotas, destacó. Investigaciones anteriores han
demostrado resultados diversos, como aquellos estudios que señalan que tener
mascotas no aporta ningún beneficio a los niños u otros en los que el contacto
con animales ofrecería protección contra resfríos y dolencias estomacales. Pero
los autores del estudio en Finlandia destacan que su análisis se diferencia por
haberse enfocado exclusivamente en el primer año de vida y no incluye la
presencia de otros niños.
Fuente:
Diario
Milenio
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