jueves, 25 de octubre de 2012

Los murciélagos no son plagas y pueden ayudar contra los mosquitos



Por: Homero Farioli
Perito Judicial en Medio Ambiente (Superior Tribunal de Justicia de Córdoba)
ARGENTINA  26 DE MAYO DE 2007
(ESPECIAL) Únicos mamíferos alados capaces de habitar casi todos los confines y rincones del planeta, fuente de inspiración de historias fantásticas como la del perverso Conde Drácula o las aventuras del bueno de Batman, los murciélagos no han pasado inadvertidos a lo largo de la historia. En especial por su mala fama de vampiros, por el aspecto desagradable ante los ojos humanos y por la ausencia del conocimiento popular sobre su verdadera biología. 
Son más de mil las especies de murciélagos que habitan la Tierra, pero sólo tres se alimentan de sangre, y apenas una de ellas lo hace de mamíferos. El resto de las especies son animales de una extraordinaria importancia ecológica, ya que predan insectos nocturnos (como polillas y mosquitos), polinizan flores y diseminan semillas en diferentes ambientes naturales, desde las selvas lluviosas hasta los desiertos. Algunos son tan esenciales, que sin ellos muchas especies de animales y plantas desaparecerían, incluyendo sistemas completos de vida, como las selvas tropicales. 
En Argentina habitan aproximadamente 60 especies de murciélagos y sólo una, es decir el vampiro común, se alimenta de sangre de mamíferos tanto domésticos como silvestres, ocasionándoles a éstos de manera frecuente, el mal de las caderas o anemia. Sin embargo, este hecho muy puntual no nos habilita a perseguir indiscriminadamente al resto de las especies, que nada tienen que ver con el problemático vampiro mordedor, matando a cuanto murciélago se cruce. 
Pero a pesar de los enormes beneficios que reportan, en todo el mundo se los persigue como si fuesen plagas. A eso se le suma la destrucción de sus hogares o el envenenamiento con agroquímicos. En el mundo ya son 14 las especies que se extinguieron y muchas otras corren serios riesgos. En Córdoba habitan aproximadamente 13 especies, muchas de ellos consideradas grandes consumidores de insectos. Cuatro serían escasas o raras, por lo que el Estado debería implementar acciones concretas para protegerlos. Vale recordar que todos los murciélagos son especies protegidas por diferentes normas. 
Insecticidas
El servicio ambiental más importante de los murciélagos consiste en ser los predadores de insectos nocturnos mas importantes que existen sobre la tierra. El naturalista Claudio Bertonatti, en su obra Murciélagos SOS, nos dice: "El 70 por ciento de las especies come invertebrados. Hay algunas capaces de devorar mas de 500 insectos en una hora y otras, más de tres mil en una noche". Por su parte, el murciélago moloso común prefiere polillas, moscas, avispas o escarabajos. Otras especies tienen predilección por hormigas, grillos, escorpiones y cucarachas. Hay ciertas especies que comen ranas, lagartijas, roedores, aves e incluso otros murciélagos. En Latinoamérica, el mas grande de ese grupo es el Falso Vampiro, cuya envergadura alar es de un metro. Otros se han especializado en la pesca. Los murciélagos de la selva prefieren comer frutos y néctar. 
Jardineros de la selva
Otro servicio ambiental deriva de que son los principales dispersores de semillas en todas las selvas húmedas desde México hasta Argentina. Dispersan entre dos y cinco semillas por metro cuadrado por noche. Se alimentan de frutos: tragan la semilla y defecan en vuelo facilitando el esparcido amplio de éstas. En lugares donde estos mamíferos han sido eliminados, la selva desaparece con el tiempo. La polinización es otro servicio. Un estudio reciente del Bat Conservation International revela que más de 300 especies de plantas –sólo en los trópicos del viejo mundo– necesitan de los murciélagos para la polinización y dispersión de las semillas. Mas de 450 productos comerciales provienen de esas plantas y algunos de esos cultivos están valuados en cientos de millones de dólares al año, siendo cruciales para las economías de los países en desarrollo. 
Reivindicación
La Secretaría de Ciencia y Tecnología informó en 2004 que en la saliva del vampiro común se descubrió una enzima anticoagulante que utiliza para beber cómodamente la sangre de sus víctimas sin que coagule. Esta enzima podría utilizarse para la cura de los accidentes cerebro vasculares, al disolver los coágulos de sangre alojados en el cerebro y que tanto daño provocan al obstruir el paso del torrente sanguíneo. 
Fuente: Diario La Voz

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