* La imagen es ilustrativa y no corresponde al caso específico de la noticia |
CHIHUAHUA • 4 DE DICIEMBRE DE 2012
De acuerdo a versiones de algunos vecinos, los niños
atestiguaron como dos de los guardias de seguridad de ese fraccionamiento,
ataron el extremo de una cuerda al cuello de los perros y el otro lado a un
carro, acción con la que supuestamente pretendían sacarlos del fraccionamiento
a rastras. Al ser interrogados por los padres de familia, los guardias de
seguridad de la empresa Argos, dijeron que les habían pedido sacar a los perros
porque tenían rabia, además de que rompían las bolsas de basura de los vecinos.
Inicialmente, los guardias aseguraron que una
empleada de la constructora Urbi, fue la persona que les pagó 100 pesos para
sacar a los animales, aunque este hecho se desmintió posteriormente por los
propios vecinos, quienes acudieron a esa empresa, la cual se deslindó de los hechos.
“Uno de los perros logró escapar porque se desató la cuerda”, comentó uno de
los vecinos, quien explicó que el otro espécimen no corrió con la misma suerte,
debido a que éste se ahorcó con la soga y su cuerpo fue arrastrado por varios
kilómetros en una carretera cercana al fraccionamiento.
En ese camino, todavía se puede ver una marca de
sangre que recorre hasta el terreno en donde se encuentra el cuerpo del perro
que fue torturado por los guardias, lo cual pudo ser comprobado por las
personas que denunciaron los hechos. “Los niños están traumados”, dijo una de
las personas que denunciaron este caso, quien explicó que los infantes dicen
que los guardias se reían al ver como los perros se quejaban al ser arrastrados
por el automóvil. Los vecinos de aquel fraccionamiento acudieron al terreno
donde fue tirado el perro que murió asfixiado y pudieron comprobar que este
tenía marcas de otro tipo de maltrato en diferentes partes de su cuerpo, aunque
ésta sólo es una suposición.
Fuente:
El
Diario de Coahuila
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