sábado, 8 de diciembre de 2012

Con un débil compromiso, finaliza la cumbre de medio ambiente




QATAR   8 DE DICIEMBRE DE 2012

En una audaz maniobra, el viceprimer ministro de Qatar que presidía la Cumbre de Cambio Climático que se realizó en las últimas dos semanas en Doha logró imponer un acuerdo parcial para evitar el fracaso de la reunión a la que asistían ministros y delegados de 195 países. El hecho más importante es que se prolonga por un nuevo período hasta fines del 2020 el Protocolo de Kioto, el único acuerdo internacional que compromete a las grandes potencias a informar sobre sus emisiones de gases contaminantes que provocan el cambio climático.
Tras una dura negociación, al final el anfitrión de la conferencia el viceprimer ministro qatarí Abdullah bin Hamad Al Attiyah, decidió casi en solitario que la nueva estructura, que no prevé obligaciones más estrictas, será la que prevalezca a partir de 2013. La mayoría de los 194 países participantes recibieron la declaración con un fuerte aplauso. Muchos querían salvar al menos un acuerdo de compromiso mínimo tras dos semanas de negociaciones en las que hubo constantes bloqueos. Lo que no queda claro es cómo se limitará el calentamiento global. Además quedó sin definir cómo se obtendrán los cerca de 100.000 millones de dólares anuales necesarios para los países afectados por el cambio climático. Los países en desarrollo acusaron a los estados industrializados de haber fracasado. Y Estados Unidos en particular no quiso hacer promesas concretas de más dinero.
Rusia se mostró especialmente ofendida por el paso en solitario de Qatar. Normalmente todas las decisiones son tomadas por unanimidad al final de un debate. Pero Al Attiyah aclaró que no había un texto que conformara a todos. "Estoy dispuesto a volver al punto de partida, pero para eso los necesitaría aquí otras dos o tres semanas", indicó. "Pero no quiero abrir la caja de Pandora", aseguró, y pidió insistentemente la aceptación de las propuestas.
Las asociaciones defensoras del medio ambiente se mostraron decepcionadas por el resultado. "La protección climática ha sido ignorada. Las blandas decisiones de la conferencia no aportan nada para frenar el aumento de la temperatura global", dijo Hubert Weiger, presidente de una ONG alemana. Antes, Polonia, Rusia y Ucrania habían bloqueado la prolongación del único acuerdo internacional con reglas vinculantes para la reducción de emisiones de dióxido de carbono. Además de las 27 naciones de la Unión Europea (UE), unos diez países suscribirán Kyoto II. El plan es que un acuerdo climático que sea vinculante para todas las naciones sea aprobado recién en 2020.
WWF y Greenpeace, insatisfechos
El Fondo para la Conservación de la Vida Salvaje (WWF, por sus siglas en inglés) ha denunciado el acuerdo "débil e irreal" alcanzado este sábado en la Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP18) de Doha. "Los negociadores de Doha no han cumplido ni siquiera las expectativas mínimas (...). La COP 18 acaba sin un aumento de ambición en la reducción de emisiones, sin compromisos financieros concretos en la magnitud necesaria y apenas hay avances en las bases para pactar un nuevo acuerdo global en 2015 que sea suficientemente ambicioso, justo y vinculante", denuncia el grupo ecologista.
WWF recuerda que este año el impacto del cambio climático ha golpeado a tanto a las personas de los países ricos como a las de los países pobres y denuncia el distanciamiento de la postura acordad por los gobiernos del consenso científico. "Lo que la ciencia nos dice y lo que millones de personas han experimentado este año es que combatir el cambio climático es  muy urgente. Cada año cuenta, y cada año que los gobiernos no actúan aumenta el riesgo para todos nosotros", ha asegurado la responsable de la iniciativa global de Cambio Climático de WWF Internacional, Samantha Smith.
"Algunos países desarrollados se han burlado de las negociaciones alejándose de sus compromisos anteriores y negándose a asumir otros nuevos. Y para empeorar las cosas, un grupo de países --Polonia, Rusia, Canadá, Estados Unidos y Japón-- pusieron las negociaciones entre la espada y la pared", ha añadido Smith. En cualquier caso, WWF considera que aún hay esperanza, ya que los  movimientos sociales cobran más fuerza cada día. Las comunidades y las personas están reclamando energía limpia, rechazando proyectos contaminantes e insostenibles por todo el mundo, y exigiendo que se hagan cambios. "Las organizaciones sociales no se rinden y van a seguir luchando por  un acuerdo climático global en el año 2015, que responda a la ambición y justicia que el mundo necesita", advierte.
Por su parte, Greenpeace ha lamentado que la cumbre climática de Doha (Qatar) no ha aprovechado la "oportunidad" de reformar las normas del Protocolo de Kioto para aumentar su "integridad ambiental", al tiempo que ha asegurado que los acuerdos no reflejan la "urgencia" de actuar. En este sentido, la organización ecologista ha manifestado su preocupación por la falta de liderazgo de la Unión Europea (UE), que, a su juicio, llegó a la negociación sin una posición conjunta en temas esenciales. "La UE se ha mostrado débil y dividida, y sus dificultades por resolver problemas internos la han llevado a acomodarse y definir su posición de conjunto a la baja", ha afirmado la responsable de la campaña 'Cambio climático' de Greenpeace, Aida Vila, en un comunicado.
Medidas insuficientes
Todas las delegaciones presentes en Doha han reconocido que el acuerdo final no satisface las recomendaciones de los científicos, que pedían medidas drásticas para evitar un calentamiento que está provocando olas de calor, inundaciones, sequías o la subida de los niveles del mar. La comisaria de Acción por el Clima de la Unión Europea (UE), Connie Hedegaard, reconoce que el paquete acordado en Doha "no es perfecto", pero es un paso adelante esencial para la protección del medio ambiente. "Debemos aumentar juntos la velocidad. El mundo lo necesita más que nunca", instó la funcionaria europea.
El presidente de la conferencia, el viceprimer ministro qatarí Abdullah bin Hamad Al Attiyah, logró imponer hoy una prolongación hasta fines de 2020 del Protocolo de Kyoto. Tras una dura negociación, el anfitrión de la Conferencia decidió casi en solitario que la nueva estructura, que no prevé obligaciones más estrictas, será la que prevalezca a partir de 2013.
El Protocolo de Kioto, firmado en 1997, obligaba a 35 países industrializados a reducir una media de al menos un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero tomando como referencia las emisiones de 1990. Sin embargo, ya en su origen no incluía a países desarrollados tan importantes como Estados Unidos y no imponía objetivos de reducción de los gases a los países en desarrollo como China, India, Brasil o México. Las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, crecerán este año un 2,6% a nivel mundial y duplican ya las tasas de 1990, fundamentalmente por las aportaciones de grandes potencias en desarrollo como China o India.

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