Un
estudio realizado por científicos del Jonson Comprehensive Cancer Center de la
UCLA (en Estados Unidos) ha demostrado que las nanopartículas de dióxido de titanio
(TiO2) presentes en productos muy comunes, como los cosméticos o los
bronceadores, causan daño genético sistémico en ratones. Según los científicos,
concretamente estas nanopartículas indujeron roturas en las cepas del ADN y
también causaron daño cromosómico e inflamación, así como aumentaron el riesgo
de cáncer en los animales. Este estudio es el primero que demuestra que las
nanopartículas pueden tener un efecto nocivo. Los problemas que generan,
explican los investigadores, de deben a que las nanopartículas se acumulan en
diversos órganos porque el cuerpo no cuenta con un medio efectivo para
eliminarlas. Al ser tan pequeñas, además, pueden ir hasta cualquier parte del
cuerpo, incluso atravesar las células, en cuyo interior interfieren con mecanismos
subcelulares. Hasta ahora, se había creído que las nanopartículas no eran
tóxicas porque no producían reacciones químicas. Sin embargo, este
descubrimiento alerta de su peligrosidad.
Fuente: Tendencias21
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