ARGENTINA •
2 DE DICIEMBRE DE 2009
Los amantes de los gatos los defienden porque son
independientes; los amantes de los perros porque les "hacen fiesta"
cuando llegan y entienden mejor sus órdenes. Cada cuál esgrimirá sus razones
para jactarse de la inteligencia de su mascota, aunque ahora, un estudio
científico definió que los perros son más inteligentes que los gatos.
El trabajo, publicado en la revista New
Scientist, usó investigaciones previas y comparó las habilidades y la
capacidad de aprendizaje e interacción de perros y gatos. Evaluaron varias
categorías. En "cerebro", ganaron los gatos porque tienen 300
millones de neuronas: casi el doble de las que tienen los perros. En
"domesticación", en cambio, ganaron los perros porque entraron a los
hogares miles de años antes. También ganaron en "afecto" porque los
estudios mostraron que muchas veces el vínculo entre un amo y su perro es
similar al de un padre y un hijo.
Los gatos dominan en "popularidad" -un
sondeo en 10 países indicó que hay más de 200 millones de gatos mascotas,
contra 173 millones de perros-, mientras que en "entendimiento", los
perros arrasan porque son capaces de seguir gestos como una cara de enojo.
Sostienen que los perros, además, se adaptan mejor al ambiente aunque los gatos
son más hábiles con sus sentidos porque su olfato es más preciso. En
"utilidad" ganan los perros por su habilidad para cazar, ser
guardianes y detectar drogas o bombas. En síntesis, los perros ganaron 6 a 5.
Rubén Gatti, presidente de la Asociación Argentina
de Medicina Felina opina: "Es muy difícil medir la inteligencia de dos
especies con comportamientos tan distintos. El perro, por su origen en los
lobos que vivían en manadas, está genéticamente programado para vivir en grupo,
por lo que está más preparado para recibir órdenes y ejecutarlas. El gato no
está codificado para recibir órdenes.
¿Entonces por qué caer en la trampa de
creer que porque el perro responde órdenes es más inteligente?" Claro que
muchas veces, el valor que se le adjudican a sus comportamientos depende de la
personalidad de sus dueños: "Las personas proyectan sus necesidades.
Algunos valoran la independencia y como su gato se las arregla solo creen que
es más inteligente; otro lo vería demasiado frío. Hay quienes creen que sus
perros son más inteligentes porque los recibe cuando abre la puerta; otros
prefieren al gato, que muchas veces ni siquiera está cuando uno llega",
explica Ariel zapata, titular de la cátedra de Adiestramiento de la Facultad de
Veterinaria de la UBA. Como Pelé o Maradona, la moto el auto, el del perro o el
gato parece otro dilema difícil de resolver.
Fuente: El
Clarín
No hay comentarios:
Publicar un comentario