LONDRES | 17 DE ENERO DE 2010
Veintinueve
cerdos iban a morir soterrados por la nieve en un intento de salvar vidas, o
esa era la intención de un grupo de cientificos en Austria, el estudiar los
efectos de la muerte por congelación en los humanos enterrando en la nieve a
los cerdos. La investigación se ha anulado debido a las múltiples reclamaciones
de asociaciones en defensa de los animales, que no ven la utilidad del estudio
y piensan que la investigación es una tortura gratuita para los animales.
El
experimento, de que se hacía cargo la Universidad de Innsbruk, pensaba
comprobar cuáles eran las causas de la muerte tras sufrir un alud, y los
síntomas que ello producía. Para esto, pensaban utilizar cada día dos o tres
cerdos soterrados bajo la nieva, para que muriesen por asfixia o congelación,
ya que pensaban permitir a los animales tener la cabeza fuera de la nieve,
según publica el Daily Mail. Los científicos querían obtener tras la
muerte de los animales las muestras de sus tejidos, pero las protestas han
paralizado la investigación. Las asociaciones en defensa de los derechos de los
animales aseguran que la fisiología del cerdo, así como el grosor de su piel,
la proporción de grasa corporal, su anatomía y su frecuencia cardíaca son muy
distintas a la del ser humano, por lo que la investigación no llegaría a
extraer conclusiones definitivas y por tanto la muerte de los cerdos sería
inútil. Desde la Universidad, y en respuesta a las acusaciones de torturadores
de animales, dicen haber paralizado la investigación porque su realización
"no podía ser garantizada a causa de las presiones externas".
Fuente: Informativos
Telecinco
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