GINEBRA • 22 DE FEBRERO DE 2010
El jurado de la "Corte
Internacional de Justicia para los Animales" incluyó en su sentencia
una petición a todas las naciones costeras de que prohíban la caza y captura de
cetáceos en las aguas de su competencia (hasta 200 millas del litoral). Este
tribunal también pidió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que emita
una recomendación para prohibir la puesta a la venta de carnes de cetáceos
destinados al consumo humano, y que informe a la población pública de los
riesgos que conlleva el consumo de la carne de estos animales. El peligro
sanitario procede de la alta concentración de mercurio que contiene la carne de
ballenas y delfines, "tóxico" para las personas, según defendieron
asociaciones como Elsa Nature Conservancy y Pro Wild Life, durante su alegato a
la citada Corte. A este argumento, los denunciantes añadieron el de la crueldad
con la que se mata a 2.000 ballenas y delfines al año, y con la que se tortura
a decenas de miles, pese a la moratoria decretada en 1986 por la Comisión
Internacional de Ballenas (CBI).
Con estos datos, el juicio
simbólico culpó a los países implicados de no aplicar los principios de
precaución en la preservación de la vida marina, además de atentar contra el
patrimonio natural de todo el mundo. Los acusados -como el ministro japonés de
Agricultura y Pesca, Hirotaka Akamatsu, o su homóloga noruega, Lisberth
Berg-Hansen-, también fueron declarados culpables de poner en riesgo
"deliberadamente" la salud de sus ciudadanos, al distribuir productos
alimentarios impregnados de sustancias tóxicas. "Y sin informar al público
de los riesgos de su consumo", apostilló durante la lectura de la
sentencia el presidente del este tribunal, Franz Weber, quien hace dos años ya
'juzgó' a España por las corridas de toros. Weber animó a la comunidad
internacional a apoyar a Australia en sus acciones jurídicas contra Japón, que
han llevado al país de Oceanía hasta el Tribunal Internacional de Justicia de
La Haya por la violación manifiesta del derecho internacional durante
expediciones japonesas en aguas internacionales antárticas.
Este veredicto del
juicio simbólico se enviará a las máximas autoridades europeas, así como a la
ONU, la OMS y la UNESCO. Entre los argumentos que han determinado la sentencia,
ha destacado el del testigo ocular Richard O'Barry, entrenador del famoso
delfín Flipper, quien detalló las estrategias de los captores de ballenas para
evitar el impacto visual de teñir de rojo un mar por la sangre del cetáceo
asesinado.
Fuente: ABC
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