ESPAÑA • 17 DE FEBRERO DE 2010
El magistrado de la Sala número 5 de Chiclana (Cádiz)
decretó en la madrugada del domingo prisión sin fianza para el torero Juan
Pedro Galán, su padre y cinco implicados más de la operación Toscana, que
investiga una red de explotación sexual de mujeres que operaba en las
provincias de Cádiz y Málaga. Además, el juez también ha impuesto una fianza de
6.000 euros para la madre y la hermana del torero, según informaron fuentes
judiciales.
El torero Juan Pedro Galán, que fue detenido el
pasado miércoles acusado de pertenecer a un entramado de explotación sexual, ha
ingresado en la cárcel después de que el juez de la Sala número 5 de Chiclana
decretara prisión sin fianza tanto para él, como para su padre y otros cinco
implicados en la red. Se les imputan los presuntos delitos de explotación
sexual, blanqueo de capitales y falsedad documental.
Fuentes judiciales informaron de que también se ha
decretado prisión eludible bajo fianza de 6.000 euros para la madre del torero
y para su hermana Rocío, y de 10.000 euros para otros cuatro implicados más,
entre ellos dos mujeres. Al parecer, tanto el torero como su familia serían los
cabecillas de la organización, ya que regentan varios clubes de alterne en las
provincias de Cádiz y Málaga, los cuales fueron registrados por agentes de la
Guardia Civil. Durante la operación, desarrollada el 17 de febrero, se
arrestaron a 15 personas y se practicaron seis registros en estos
establecimientos y en otros seis domicilios. Así, la Guardia Civil inmovilizó
patrimonio por un valor superior a 50 millones de euros y se incautó medio millón
de euros en efectivo en los registros de seis clubes de alterne, siete
domicilios y una gestoría.
Operación
'Toscana'
La denominada Operación 'Toscana' se inició el
pasado mes de abril, como consecuencia de las inspecciones en clubes de alterne
realizadas por la Guardia Civil dentro del plan contra la trata de seres
humanos. En uno de estos controles, los agentes detectaron que, en varios
clubes, podían estar cometiéndose delitos contra las personas, vinculados a un
entramado empresarial.
Durante el desarrollo de las investigaciones, se
pudo comprobar que se trataba de una organización perfectamente jerarquizada,
de la que dependían seis clubes de alterne en las localidades de Cádiz y
Málaga. El grupo estaba dirigido por los padres del torero, éste último y su
hermana, mientras que en otro escalón de la organización se encontraban los
encargados de cada club. El centro neurálgico de las actividades que llevaba a
cabo el grupo se encontraba en una finca propiedad del jefe de la organización,
donde se encuentran domiciliadas la mayor parte de las empresas que conforman
el entramado. Igualmente, se sospechó que se podía estar abusando de las
prostitutas, sometiéndolas a una extensa jornada laboral, obligándolas a hacer
dieta y a vestir de una manera determinada, imponiéndoles multas en caso de
incumplimiento.
Fuente:
La
Opinión de Murcia
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