ESPAÑA • 20
DE NOVIEMBRE DE 2012
La concentración de gases de efecto invernadero -principal
acelerador del cambio climático- en la atmósfera alcanzó nuevos récord
históricos en 2011, según reveló este martes la Organización Meteorológica
Mundial (OMM). La presencia de dióxido de carbono y de otros gases de larga
duración con la propiedad de retener el calor son la causa del aumento del 30%
del efecto de "reforzamiento radiativo", a partir del cual se explica
el calentamiento del planeta.
Según el último boletín anual de la OMM sobre esos
gases, presentado este martes en Ginebra, desde la era preindustrial (1750) se
han emitido a la atmósfera cerca de 375.000 millones de toneladas de dióxido de
carbono, de los que la mitad permanece en ella, mientras que el resto ha sido
absorbido por los océanos y la biosfera. Los millones de toneladas de carbono
en la atmósfera "permanecerán en ella durante siglos, lo que provocará un
mayor calentamiento de nuestra planeta e incidirá en todos los aspectos de la
vida en la Tierra", advirtió el secretario general de la OMM, Michel
Jarraud.
El
más abundante de los gases
"Aunque detuviéramos las emisiones mañana, lo
que sabemos que no es posible, tendremos estos gases en la atmósfera por
miles de años", agregó, para enseguida señalar que no sólo su
concentración aumenta, sino que el ritmo al que lo hace se acelera cada vez
más, de manera exponencial. Peor aún, los científicos no pueden asegurar que el
planeta seguirá teniendo la capacidad de absorber las cantidades de carbono y
otros gases que también contribuyen al cambio climático, como ha sucedido hasta
ahora.
"Ya hemos observado que los océanos se
están volviendo más ácidos como consecuencia de la absorción de dióxido de
carbono, lo que puede repercutir en la cadena alimenticia submarina y los
arrecifes de coral", dijo Jarraud. En ese sentido, admitió que la
ciencia aún no tiene una plena comprensión de las interacciones entre esos
gases, la biosfera terrestre y los océanos.
El dióxido de carbono es el más abundante de los
gases de efecto invernadero de larga duración y su concentración actual
representa un 40% más que en la era preindustrial, pero el metano y el óxido
nitroso también juegan un papel en este fenómeno. El primer gas ha sido
responsable del 85% del "reforzamiento radiativo" en los
últimos diez años, el metano ha contribuido en un 18% y el óxido nitroso en
aproximadamente un 6%. El 60% del metano -cuya presencia ha alcanzado un máximo
sin precedentes con 159% más que a mediados del siglo XVI- proviene de los
cultivos de arroz, la explotación de combustibles fósiles, vertederos o
combustión de biomasa, así como de rumiantes, mientras que el resto proviene de
fuentes naturales (humedales y termitas). Entre las fuentes del óxido nitroso
se encuentra igualmente la combustión de biomasa, así comoel uso de
fertilizantes y procesos industriales, y su presencia en la atmósfera supone
hoy un 20% más con respecto al nivel preindustiral.
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