GINEBRA | 30 DE SEPTIEMBRE DE 2014
Más de la mitad de los
animales salvajes que existían en la Tierra hace 40 años ha desaparecido, y la
mayoría de estas pérdidas ha ocurrido en las áreas tropicales de Latinoamérica,
según el último informe "Planeta Vivo" del Fondo Mundial para
la Naturaleza (WWF).
Bajo el título "Especies
y Espacios, Personas y Lugares", el informe -la décima edición de este
estudio bienal- recoge las investigaciones realizadas sobre el destino de
10,000 especies de vertebrados de 1970 a 2010. Las especies están clasificadas
en el Índice Planeta Vivo, un registro mantenido por la Sociedad
Zoológica de Londres.
Asimismo, el informe mide la huella ecológica de la
humanidad en el Planeta elaborada por la Global Footprint Network. La
principal conclusión del estudio es que las poblaciones de peces, aves,
mamíferos, anfibios y reptiles han decaído en un 52 por ciento desde 1970.
Las especies de agua dulce han sufrido un declive del 76 por ciento, en una
pérdida que dobla las padecidas por especies marinas y terrestres. La mayoría de
las pérdidas globales proviene de las regiones tropicales de América Latina.
Situación dramática en América Latina
El Índice Planeta Vivo
para la región neotropical -que coincide con el territorio de
Latinoamérica- muestra un dramático y continuo declive de las poblaciones de
fauna salvaje, con una pérdida media del 83 por ciento de las especies desde
1970. "Esta es la caída regional más profunda, y destaca la intensa
presión a la que están sometidas las especies tropicales de América
Latina", señaló a Efe Richard McLellan. El experto del Fondo explicó este
declive por una serie de razones, que incluyen "las amenazas
típicas", como la explotación de las especies, la degradación de la
tierra y el agua, la pérdida de hábitats y el cambio climático.
Unos factores que, sin
embargo, en el informe de este año se ven acentuados porque se han mejorado los
sistemas de recolección de datos y porque se ha obtenido más y mejor
información procedente de América Latina.
"Dicho esto, hay que dejar claro que el principal factor es la
presión en el ecosistema llevada a cabo por la acción humana", afirmó
en rueda de prensa Marco Lambertini, director general de WWF.
Lambertini señaló,
además, que hasta hace pocas décadas, el territorio latinoamericano estaba casi
virgen con respecto a otras áreas tropicales del mundo, que habían sido
explotadas intensamente desde hacía mucho más tiempo. "El hecho de que
estuvieron menos afectadas ha provocado que cuando se ha hecho presión sobre
ellas las consecuencias han sido mucho más notorias, y el declive de las especies
es más intenso que en otras áreas donde la explotación ha sido más sostenida en
el tiempo", agregó Lambertini.
De hecho, en general en
toda la Tierra, el mayor peligro para la fauna es la degradación y la pérdida
del hábitat natural de los animales causada por la acción humana. La pesca y la
caza son amenazas "significativas", señala el informe,
mientras que el cambio climático se ha convertido en "crecientemente
preocupante", con las primeras constataciones de que "el
cambio climático es ya responsable de la extinción de algunas especies".
La humanidad necesita un planeta y medio
Por otra parte, el
informe destaca que lo que la humanidad demanda al Planeta es más del doble de
lo que la naturaleza puede renovar. "Estamos cortando madera más rápido
de lo que los árboles pueden crecer, usando agua dulce más rápido de lo que los
acuíferos subterráneos se llenan, y lanzando CO2 a la atmósfera más rápido de
lo que se puede absorber". De hecho, se calcula que haría falta una
Tierra y media para producir los recursos necesarios para equilibrar la huella
ecológica de la humanidad.
El informe también
destaca que la huella ecológica es cinco veces mayor en los países
desarrollados que en las naciones en desarrollo, y recuerdan que se ha
demostrado que se pueden elevar los niveles de vida de la población y restringir
al mismo tiempo la explotación de los recursos naturales.
Los diez países con una
mayor huella ecológica son Kuwait; Catar; Emiratos rabes Unidos; Dinamarca;
Bélgica; Trinidad y Tobago; Singapur; Estados Unidos; Bahrein y Suecia.
Ante esta situación, Lambertini dijo que la única solución pasa por "consumir
y producir de forma más sostenible", y fijarse no sólo el lado
conservacionista sino también "las oportunidades económicas"
de un desarrollo distinto.
"La biodiversidad es una parte crucial de
nuestro sistema de vida en la Tierra, y el barómetro de lo que hacemos a este
Planeta, el único hogar que tenemos. Necesitamos urgentemente una acción global
de todos los sectores de la sociedad para construir un futuro más
sostenible", concluyó Lambertini.
Fuente: Primera
Hora
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