Por: Javier Salas
MADRID • 22
DE JULIO DE 2009
El
profesor Juan Carlos Illera del Portal lleva varios años dando conferencias por
todo el mundo, recibiendo premios y concediendo entrevistas a importantes
medios de comunicación gracias a un estudio titulado Regulación
neuroendocrina del estrés y dolor en el toro de lidia. En dicho informe
y en las charlas que concede ante audiencias entregadas, Illera sostiene que el
toro de lidia, por sus particulares características, ha generado una
"respuesta neuroendocrina" que ha modificado su umbral de dolor.
Entre
otros, Illera sostiene que el toro regresa al picador después del primer puyazo
(con un arma de nueve centímetros) porque es capaz de bloquear tan rápidamente
los neuroreceptores que para cuando recibe el segundo puyazo, ya
"no siente ningún tipo de dolor".
Desde
la segunda mitad del siglo XX, a medida que crecía el movimiento antitaurino,
han sido varios los autores que, desde una perspectiva supuestamente
científica, han tratado de avalar con datos que el animal no sufre
durante la lidia. El último de ellos y el más famoso es el profesor Illera.
Estos autores muestran al toro bravo como un animal sobrenatural que, tras años
de selección artificial en las dehesas, ha sido aupado a una condición genética
sin parangón por su capacidad de afrontar el castigo.
Los
trabajos de estos negacionistas del dolor del toro han logrado que uno de cada
diez españoles esté convencido de que el toro bravo no sufre mientras dura la
lidia. Una proporción que crece hasta el 17% cuando la controversia se le plantea
a un ciudadano que se define a priori como aficionado a los toros, según un
estudio de 2007 realizado por la Junta de Castilla-La Mancha.
Pero
aunque sean convincentes, estudios como el de Illera deben someterse al escrutinio
de los colegas mediante su publicación en alguna revista científica. Illera
defiende que su trabajo verá la luz en Hormones and behaviour,
aunque hasta ahora sólo se lo han publicado en 6 toros 6. En Hormones
and behaviour, ni siquiera han oído hablar del trabajo de Illera, según han
confirmado a Público sus editores.
El Dr. Illera |
"Confundir
a la gente"
Para el
presidente del Consejo de Veterinarios de España, Juan José Badiola, es
"normal que exista una controversia entre el debate profesional y el
debate científico". "Es
verdad que el hecho de que Illera no publique su trabajo lo pone en entredicho",
reconoce Badiola, a quien le "sorprende un poco" que el polémico
profesor tenga a su disposición tantos altavoces oficiales para repetir
sus teorías. "Existe el peligro de confundir a la gente", añade
Badiola, "aunque tratándose de un profesor universitario, no tengo por qué
dudar, en principio, de su honestidad".
Las
agrupaciones ecologistas y la Asociación de Veterinarios Antitaurinos (AVAT) creada ad
hocpara contestar a las teorías de Illera son muy críticas con la
agrupación profesional que preside Badiola. Estos activistas denuncian que la
carrera veterinaria depende aún demasiado de los puestos de trabajo que genera
la tauromaquia y que por eso "no permiten que se alcen voces críticas
contra la lidia". Lo dice José Enrique Zaldívar, vicepresidente de AVAT,
quien señala que el medio centenar de sus asociados están "atemorizados
por sus compañeros protaurinos, que ganan mucho dinero gracias al sufrimiento
de los toros". "Se sirven de Illera para justificar su
trabajo", asegura. Según
datos del propio Consejo General de Colegios Veterinarios, de los 27.000
profesionales colegiados en España, alrededor de 3.500 desarrollan su profesión
en el mundo taurino.
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