martes, 28 de abril de 2015

Los reptiles también tienen conductas sociales de aprendizaje por imitación




BARCELONA | 30 DE SEPTIEMBRE DE 2014
Un equipo liderado por la investigadora Anna Wilkinson, de la Universidad de Lincoln (Reino Unido), ha demostrado científicamente por primera vez que reptiles como el dragón barbudo (Pogona vitticeps) son capaces de aprender y repetir acciones que realizan otros ejemplares de la misma especie.
El proceso de aprendizaje social descrito por el equipo de la profesora Wilkinson no se limita repetir acciones -como las frases que repiten los loros- sino que puede ser considerado un proceso de "verdadera imitación" del comportamiento de otros miembros de la misma especie, una habilidad de aprendizaje de acciones útiles que muchos expertos consideran que es exclusiva de los humanos y primates como los chimpancés.
Diferencias entre imitación y emulación
Los científicos establecen una distinción importante entre la imitación y la emulación en el estudio de las capacidades cognitivas de los animales. En la verdadera imitación, la copia del comportamiento de un congénere no es sólo una imitación de una acción sino también un proceso de entendimiento de la intención que existe detrás de la acción. En la emulación, un animal copias un comportamiento sin comprender su significado más profundo, explican los autores del estudio publicado ahora en la revista especializada Animal Cognition. Así, por ejemplo, un loro recitando las palabras de su dueño es un proceso de emulación.
El estudio realizado por equipo de investigadores del Reino Unido y Hungría liderado por la profesora Wilkinson puede ser considerado como la primera evidencia científica convincente de que los reptiles podrían ser capaces de aprendizaje social a través de la imitación. Los autores de este estudio han utilizado un ejemplar de dragón barbudo (Pogona vitticeps) para analizar si otros ejemplares de la misma especie son capaces de imitar sus habilidades.
Aprendiendo a abrir una puerta sin proceso de ensayo
En el experimento, el dragón barbudo es situado en una caja con una puerta que finalmente consigue abrir para alcanzar la comida. Los reptiles que observaban el experimento fueron capaces de copiar correctamente las acciones del dragón barbudo de referencia sin tener que realizar ningún proceso de ensayo (como había hecho el primer dragón), lo que sugiere por primera vez que los reptiles presentan el aprendizaje social a través de la imitación equivalente a la observada en los primates. Los dragones que participaron en el experimento fueron divididos en un grupo experimental y un grupo control. Los ejemplares del grupo experimental pudieron observar al lagarto de demostración (ver vídeo adjunto) acercarse a la caja y abrir la puerta con un movimiento de la cabeza y las patas anteriores.
Los ocho sujetos de este grupo experimental consiguieron abrir con éxito la puerta corredera, empujándola hacia el mismo lado que habían observado en el ejemplar de demostración. En cambio, no consiguió hacer lo mismo ninguno de los ejemplares de dragón barbudo del grupo de control -que no habían observado al maestro. 


Fuente: La Vanguardia

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