PEKIN | 14 DE AGOSTO DE 2013
El carguero chino Yong
Sheng partió el 8 de agosto pasado del puerto local de Dalian con rumbo a
Rotterdam, en Holanda. Pero no se trata de un viaje más: por primera vez
utilizará una nueva ruta que apareció en el Artico como consecuencia del
deshielo que ya está provocando el cambio climático. Ese nuevo paso, si el
fenómeno se afianza, podría convertirse en habitual a mediados de siglo.
El barco, de 19,000
toneladas, pertenece a la naviera Cosco (la sexta más grande a nivel mundial),
espera llegar al puerto holandés en unos 35 días, en lugar de los 48 que
requiere la ruta habitual, que enlaza Oriente y Occidente a través del Océano
Indico y el mar Mediterráneo, con paso obligado por el canal de Suez. “Hay
una evidente concientización de políticos e investigadores sobre las
consideraciones estratégicas, políticas y económicas del deshielo del Artico”,
señala Linda Jakobson, científica del Instituto de Investigación por la Paz de
Estocolmo, quien elaboró en 2011 un estudio sobre las consecuencias del efecto
invernadero en el Polo Norte. Desde ese año se viene anticipando que “en
cualquier momento se abre un nuevo camino entre los hielos árticos”.
Efectivamente, el momento llegó
El Paso del Noreste (línea azul) en el ártico. El color gris oscuro representa las zonas libres de hielo, mientras que el verde representa áreas de hielo marino en esta imagen del año 2007 |
La novedad tendrá fuertes
consecuencias a nivel económico porque influye en rutas marítimas estratégicas
para el comercio mundial. Para señalar un ejemplo: en los últimos años, China
no ha ocultado un acercamiento a los países nórdicos, especialmente Islandia,
con la que firmó este año su primer tratado de libre comercio con una nación
europea.
Los expertos ven cada vez más cercano el momento en que el
calentamiento global abra totalmente la ruta ártica en verano sin ayuda de los
rompehielos. Por lo que China, país que tiene seis de los diez puertos con mayor
tráfico del mundo, es uno de los más interesados en explorarla. A través de
ella esperan ahorrar, en un futuro, costos de combustible, escalas y las tasas
de paso del canal de Suez, así como obtener mayor seguridad durante los
recorridos, ya que en los últimos años ha sido afectada por los piratas
somalíes en el golfo de Adén.
Exploradores españoles como Dionisio Alcalá
Galiano, Francisco de Eliza o Juan Francisco de la Bodega y Quadra buscaron
rutas árticas a través del estrecho de Bering a finales del XVIII, aunque el
primero en llegar desde Europa hasta Extremo Oriente por aguas polares fue el
sueco Adolf Erik Nordenskiold, en 1879. China es uno de los países más
interesados en el paso del Ártico, sin embargo Rusia también ha apostado
fuerte. Planea la construcción de varios puertos en su larga costa
septentrional.
Fuente: El
Clarín
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