MEXICO | 31 DE JULIO DE 2013
Enclavada
en la selva, la infraestructura carretera crece en el sudoeste del país para
comunicar mejor Tabasco, Campeche y Chiapas. Pero la mancha gris por la que cruzan
los vehículos ha impactado negativamente en el hábitat de la fauna del lugar.
Decenas de monos saraguatos han muerto atropellados a consecuencia de la
ampliación de la vía federal que va de Villahermosa a Escárcega. La ampliación
del derecho de vía de dos a cuatro carriles comenzó el año pasado, con
autorización de Comunicaciones y Transportes de Tabasco y el aval de la
Secretaría Medio Ambiente, que no reportó la presencia de monos en la zona.
Ello
ha generado la muerte de la comunidad de primates que habitaba a unos cuantos
metros del asfalto, por el cual circulan a diario un promedio de 3 mil 500
vehículos, muchos de ellos, de carga pesada. En el lugar han sido atropellados
15 monos de 44 que habitan en la orilla de la carretera. Es un porcentaje de 16
por ciento que han muerto en menos de un año y medio”, explicó el biólogo
Cuauhtémoc Cedillo, coordinador ejecutivo de la única Unidad de Manejo para la
Conservación de la Vida Silvestre (UMA) de primates que hay en el país.
La
consultora Geoelemento SA de CV, responsable del estudio de impacto ambiental,
omitió informar de la presencia de monos aulladores protegidos dentro de la
Norma Oficial Mexicana. La ampliación inició con la tala de los árboles que se
utilizaban como puentes naturales para el cruce de la especie, con lo que se
fragmentó el hábitat natural de los primates. La ampliación de la obra
(kilómetro 137 de la carretera federal, municipio de Emiliano Zapata hacia
Villa Chablé, a orillas del río Usumacinta), con registro 27TA2008V0013,
provocó que los monos tuvieran que cruzar por el asfalto.
En
la zona no hay señalamientos que alerten sobre la presencia de monos en la
zona, pero sin puentes naturales ni reductores de velocidad, los primates son
atropellados por los vehículos. La carretera federal que conecta a Villahermosa
con Escárcega, Campeche, se amplía en 31.3 kilómetros de dos a cuatro carriles,
es decir de 7 a 12 metros. Comunicaciones
y Transportes de Tabasco solicitó el permiso a la Semarnat y la dependencia
federal se lo otorgó, tras una revisión al estudio de impacto ambiental
realizado por la consultora Geoelemento.
Cadena de errores
“La
cadena de errores empezó el sexenio pasado, cuando el gobierno del estado
contrató a una consultora que hizo mal su trabajo. Además Semarnat dictaminó
mal, lo hizo a la ligera, no verificó cosas como que había especies de la Norma
Oficial Mexicana”, explicó Cuauhtémoc Cedillo. “Lo ideal hubiera sido que se
colocaran reductores de velocidad y pasos de fauna, pero en el estudio de
manifestación de impacto ambiental no fue registrada la presencia de fauna. El
estudio de origen estuvo mal hecho y fue la base para que la autoridad
ambiental dictaminara”.
El
propietario de la UMA, José Luis Álvarez, y su coordinador ejecutivo,
Cuauhtémoc Cedillo, tuvieron conocimiento de los atropellamientos. Con el
respaldo del primatólogo Gilberto Pozo, de la asociación civil Conservación
para la Biodiversidad del Usumacinta, comenzaron a documentar la muerte de los
monos y presentaron en marzo del 2012 la primera denuncia. El delegado de La
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en Tabasco, José Trinidad,
informó que la denuncia fue declinada porque el tramo en cuestión correspondía
a Chiapas, debido a que la obra carretera se ubica entre ambas entidades y
Campeche. “Es una institución con pocos recursos, poco personal y no quiso
comprometerse o simplemente hizo caso omiso de las denuncias, le dio largas o
le dio salidas legalistas”, opinó el biólogo Cuauhtémoc Cedillo sobre el papel
que ha desempeñado la Profepa.
Los
tres estados buscan instalar un Consejo de Vigilancia para analizar la
problemática de la zona, aunque el delegado de Profepa afirmó que “hasta ahora
no nos han dado información de que siga la muerte de monos, los últimos casos
que nos refieren son del año pasado”. Pobladores de Villa Chablé y los biólogos
de la UMA Saraguatos narraron a MILENIO que el último mono aullador atropellado
fue encontrado hace más de un mes, pero esto se debe a que la comunidad que
habitaba en la zona se ha ido extinguiendo. Incluso, ellos mismos vigilan la
carretera para evitar más muertes.
Fuente: Diario
Milenio
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