BARCELONA | 26 DE AGOSTO DE 2013
Supervivientes de las
bombas de Hiroshima y Nagasaki (Japón) han avisado este lunes en un acto en la
escuela barcelonesa Sadako (que lleva el nombre de una niña fallecida
años después a consecuencia de la radiación) del peligro que supone la energía
nuclear para los ciudadanos y han relatado su experiencia como "víctimas
de la radiación".
Han visitado Barcelona
junto a la ONG Barco de la Paz que, de julio a octubre, viaja por el
mundo con 800 pasajeros japoneses y un centenar de extranjeros para trabajar
por el desarme nuclear y promover la paz en el mundo, lo que han hecho junto a
nueve supervivientes de las bombas atómicas, lanzadas por los Estados Unidos
sobre Japón en agosto de 1945. Impulsados por el accidente de Fukushima
"Tras el accidente en la central nuclear de
Fukushima -hace dos años- nos vemos con la obligación moral de difundir todo
esto", ha explicado Tadashi
Okamoto en declaraciones a los medios, que tenía un año cuando cayó la bomba en
Hiroshima a dos kilómetros de su casa, que fue derribada por el impacto,
quedándose él y su madre embarazada bajo los escombros.
Okamoto ha relatado que
salió de los escombros con una herida de la cabeza a la espalda y con otra en
una muñeca, que ha enseñado a los asistentes al acto: "Aunque hayan
pasado 68 años, tenemos miedo de sufrir una enfermedad por la radiación en
cualquier momento", ha señalado.
Centrales “no son seguras”
Ha sostenido que el
accidente de Fukushima ha demostrado que las centrales nucleares no son seguras
porque no son "algo que el ser humano pueda controlar", y
porque generan unos residuos que no se pueden destruir de forma sencilla, por
lo que se vierten en la tierra, ha dicho. El Barco de la Paz, que
visitará un total de 20 ciudades de todo el mundo, lleva a cabo desde 2008 el
proyecto 'Viaje Global por un Mundo Libre de Armas Nucleares' y, hasta la
fecha, 142 supervivientes han participado en él para trabajar por un mundo
libre de la amenaza nuclear.
La edad media de los
supervivientes es de 78 años, por lo que cada vez es más complicado tener
testimonios de lo sucedido: "Cada vez es más difícil que las personas
hablen de su propia experiencia en primera persona", cuya vivencia
consideran necesaria para promover la paz. También han dicho que el accidente
en la central nuclear de Fukushima, que se produjo a causa del seísmo que azotó
la costa nipona en marzo de 2011, les ha obligado a "replantearse" la
relación entre las armas y las centrales nucleares.
Testimonio de una estudiante
de Fukushima
de Fukushima
La estudiante
universitaria Sakura Takano, que cursaba primero de Bachillerato y vivía
a 15 kilómetros de la central nuclear de Fukushima.
Ha recordado el accidente y
sus posteriores consecuencias al detallar que, tras haber pasado dos años, los
vecinos aún viven "en condiciones de refugiado", puesto que la
zona no está afectada solo por la radiación sino también por la lenta reconstrucción.
"En noviembre -de 2011- me hicieron la prueba y
detectaron que sí tenía radiación pero que no me afectaría en el transcurso de
mi vida", ha apuntado acompañando
su explicación de impactantes fotografías de los destrozos que provocó el
terremoto.
Fuente: 20
Minutos
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