URUGUAY | 12 DE AGOSTO DE 2013
"No es que conmueva más el sufrimiento animal
que el humano" aclaró Jack Levin,
profesor de Sociología y Criminología en la Universidad Northeastern y autor
del estudio. "Nuestros resultados indican que la situación es mucho más
compleja y está vinculada con la edad y la especie de la víctima". Los
niños, cachorros y perros que sufren abuso o crímenes reciben más empatía de
los seres humanos que sus pares, explicó el científico, porque son vistos
como más vulnerables. En cambio, las personas mayores de edad que son
maltratadas son consideradas responsables de sí mismas y, por lo tanto, menos
necesarias de afecto.
En su investigación,
Levin y Arnold Arluke (también profesor de Northeastern y coautor del trabajo)
consideraron las opiniones de 240 hombres y mujeres, con edades entre 18 y 25
años, en una universidad del nordeste de Estados Unidos. Los participantes
recibieron, al azar, una de cuatro noticias ficticias acerca del maltrato de un
niño de 12 meses, un adulto de 30 años, un cachorro y un perro de seis años. Las
historias eran idénticas entre sí excepto por las características del agredido.
Después que los participantes leyeron el artículo los investigadores pidieron
que calificaran su grado de empatía hacia la víctima.
"Nos sorprendió la interacción entre la edad de
quien había sufrido el incidente y la especie a la que pertenecía. La
diferenciación entre si era visto como "grande" o "chico"
era más fuerte que si se trataba de un ser humano o de un animal", comentó Levin en el marco de su
presentación.
"La edad parece ser más relevante que la especie cuando
se trata de obtener empatía. Al parecer se considera que los humanos adultos
son capaces de protegerse, en tanto que a los perros adultos se les ve como
cachorros más grandes", afirmó con base en las respuestas de los
participantes en el trabajo científico. En la misma línea, la diferencia entre
la empatía sentida hacia niños afectados y cachorros de perro agredidos fue
estadísticamente insignificante, aseguraron los académicos.
Por otra parte y en
cuanto a otras especies de animales domésticos, si bien el estudio se enfocó en
diferenciar entre humanos y perros, Levin dijo creer que las conclusiones
serían similares para los gatos. "Perros y gatos son mascotas de la
familia; son animales a los cuales muchas personas atribuyen características
humanas", apuntó. Por lo tanto, es de suponer que entre un adulto
víctima de un delito y un gato afectado, las personas sentirán más empatía por
el felino (aunque sea adulto) que por su "compañero" de especie, más
allá de lo que les haya ocurrido.
Bostezos se contagian
En otro orden y en cuanto
al vínculo entre hombres y perros, esta semana se divulgó otra investigación
que aseguró que los dueños contagian los bostezos a sus canes. Fue realizada
por la Universidad de Tokio y publicada en la revista especializada Plos One.
"Nuestros resultados demuestran que existe una base empática para
contagiar un bostezo, y que está modulada por el apego emocional que sienten el
can y su dueño", dijo la bióloga Teresa Romero al diario británico The
Guardian.
El trabajo incluyó a 25
perros de distintas razas (pit bull, pequinés, husky y pastor alemán) y
concluyó que la mayoría de las veces en que una persona bosteza el perro lo
imita. Como era de esperarse, en el trabajo los animales se contagiaron hasta
tres veces más con los bostezos de sus dueños que con los de un extraño, lo que
, según los autores del trabajo, apunta a su capacidad de generar empatía y a
la proximidad emocional con el dueño. El bostezo es contagioso en un 70% de las
personas, aunque se desconocen las causas; los chimpancés también se contagian
entre sí.
Fuente: Diario
El País
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