BERLÏN | 1 DE MARZO DE 2013
Una toxina cancerígena, por encima de los límites
autorizados, fue hallada en maíz forrajero suministrado a más de 3.500
explotaciones agrícolas alemanas, indicaron el viernes las autoridades, que
consideran no obstante "improbable" un daño para el consumidor.
Unas 10.000 toneladas de este maíz contaminado,
procedente de Serbia, fue entregado a 13 fabricantes de Baja Sajonia (norte)
que la utilizan para producir alimentos para bovinos, cerdos y aves, precisó el
ministerio de Agricultura de este Estado regional, en un comunicado. Estos
fabricantes lo suministraron en total a unas 3.560 explotaciones agrícolas de
Baja Sajonia, y en menor cantidad a otros Estados y a Holanda. Pero el
ministerio regional quiso mostrarse tranquilizador al estimar
"improbable" un riesgo para el consumidor, tanto para la leche o la
carne procedente de los animales alimentados con ese pienso.
La sustancia, una aflatoxina B1, altamente cancerígena, producida por champiñones
Aspergillus Flavus presentes en los
granos, llegó a 0,204 mg/kg en los piensos contaminados, cuando el límite
autorizado es de 0,02 mg/kg, según las autoridades.
Fuente: AFP
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