EE
UU | 15 DE
MARZO 2013
Los pájaros primigenios no tenían patas con escamas
en la parte trasera, como sus herederos actuales, sino otra pareja de alas. Así
lo han demostrado el prestigioso paleontólogo chino Xing Xu y su equipo, en una
investigación publicada por Science. Los científicos analizaron once fósiles de
cuatro grupos distintos de aves del cretácico inferior. Entonces las aves
tenían una estructura corporal diferente a las de ahora, y quizás necesitaban
cuatro alas para poder volar con estabilidad. “Hasta ahora creíamos que las
aves primigenias tenían patas con escamas, igual que los pájaros actuales.
Ahora hemos descubierto que eran totalmente diferentes, con plumas que formaban
dos alas traseras”. De esta forma resume Xing Xu a SINC las conclusiones de su estudio
publicado ayer en Science.
Xing Xu y su equipo analizaron once fósiles de
cuatro grupos diferentes de aves del cretácico inferior, encontrados en el
noroeste de China en un estado de conservación espléndido. Los restos
pertenecen a diferentes especies de los géneros Sapeornis, Yanornis y Confuciusornis y
dos especies de enantiornites. El buen estado de conservación y la
variedad de especímenes demuestra que tener cuatro alas no era una cualidad
rara entre los ancestros de los pájaros. Las primeras aves tenían una
estructura corporal diferente a las actuales, y dos alas probablemente no
habrían bastado para que pudieran volar. Según los autores, el par de
‘patas-alas’ extra proporcionaba la asistencia necesaria. “Aún no estamos
seguros de cómo era el movimiento de estas alas traseras, ni de cómo
contribuían al vuelo. Pero ya tenemos un proyecto en proceso para investigar
esta cuestión concreta” afirma Xing Xu a SINC.
Lo que sí muestran claramente los fósiles son plumas largas, curvadas y rígidas,
situadas perpendicularmente a las patas. Estas características sugieren una
estructura aerodinámica que facilitaba la elevación y mejoraba la capacidad de
maniobra. Es decir, jugaban un papel importante en el vuelo.
Las escamas que recubren hoy las patas de muchas
especies son, según los autores, estructuras derivadas de las plumas de sus
antecesores prehistóricos. Poco a poco, las plumas de las extremidades
inferiores se fueron perdiendo evolutivamente y convirtiéndose en el plumón con
el que cuentan aún algunas especies, hasta finalmente derivar en escamas. Al
mismo tiempo, las extremidades superiores ganaron eficacia en el vuelo. Este
cambio es reflejo de una especialización de las alas en el vuelo, y de las
patas en los desplazamientos terrestres.
“Todos estos dinosaurios de cuatro alas
probablemente vivían en árboles. Cuando, más adelante en la evolución, los
pájaros se convirtieron en voladores más hábiles, perdieron las plumas de sus
patas y se convirtieron en animales que viven preferentemente en el suelo,
cerca del agua” afirma Xing Xu. Las plumas que tienen algunos pájaros actuales
en las patas son muy diferentes de las observadas en estos fósiles. En general,
en la actualidad son pequeñas y suaves –plumón– y tienen funciones protectoras
de la piel. Sin embargo todavía hay especies –como algunas palomas o gallinas–
que tienen plumas largas y perpendiculares a las patas, que recuerdan a las de
estos pájaros ancestrales.
Fuente:
Tendencias
Científicas
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