MADRID | 29 DE MAYO DE 2013
Científicos del Instituto
Max Planck de Cibernética Biológica en Tubinga, utilizando cámaras de alta
velocidad en miniatura y seguimiento del comportamiento en alta velocidad, han
descubierto que las ratas mueven los ojos en direcciones opuestas, tanto en
horizontal como en vertical, cuando corren. Cada ojo se mueve en una dirección
diferente, dependiendo del cambio en la posición de la cabeza del animal.
Un análisis de campo de
visión en ambos ojos "encontró que los movimientos de los ojos excluyen la
posibilidad de que las ratas fusionen la información visual en una sola imagen
como hacen los humanos. En cambio, mueven los ojos de tal manera que permite
que el espacio por encima de ellas esté permanentemente a la vista -
presumiblemente una adaptación para ayudar a hacer frente a la mayor amenaza a
los roedores en su entorno natual: las aves rapaces.
Al igual que muchos
mamíferos, las ratas tienen sus ojos en los lados de la cabeza. Esto les da un
amplio campo visual, útil para la detección de los depredadores. Sin embargo,
la visión tridimensional requiere la superposición de los campos visuales de
los dos ojos. Por lo tanto, el sistema visual de estos animales tiene que
cumplir dos exigencias contradictorias al mismo tiempo: máxima capacidad de
detección, por un lado, y detallada visión binocular, por otro.
El equipo de
investigadores del Instituto Max Planck de Cibernética Biológica ha observado y
caracterizado por primera vez que los ojos de las ratas se mueven libremente.
Aplicaron cámaras minúsculas que sólo pesan aproximadamente un gramo en las
cabezas de los animales, lo que permitió grabar movimientos oculares rápidos
como un rayo con gran precisión. Los científicos también utilizaron otro nuevo
método para medir la posición y la orientación de la cabeza, lo que les
permitió reconstruir la línea exacta de visión de las ratas en un momento dado.
Los hallazgos de los
científicos del Instituto Max Planck fueron una sorpresa completa. Aunque las
ratas procesan la información visual de sus ojos a través de las vías
cerebrales muy similares a otros mamíferos, sus ojos se mueven evidentemente de
una manera totalmente diferente. "Los seres humanos mueven los ojos de una
manera muy estereotipada tanto para contrarrestar movimientos de la cabeza y
buscar alrededor. Nuestros ojos se mueven juntos y siempre siguen el mismo
objeto. En las ratas, los ojos se mueven generalmente en direcciones
opuestas," explica Jason Kerr, del Instituto Max Planck de Cibernética
Biológica.
En una serie de
experimentos de comportamiento, los neurobiólogos también descubrieron que los
movimientos oculares dependen en gran medida de la posición de la cabeza del
animal. "Cuando apunta hacia abajo la cabeza, los ojos se mueven hacia
atrás, lejos de la punta de la nariz, y cuando la rata levanta la cabeza, los
ojos miran hacia adelante.
En los seres humanos, la
dirección en la que miran los ojos debe estar alineado con precisión, de lo
contrario un objeto no puede ser fijado. Una desviación que mide menos de un
solo grado del campo de visión es suficiente para causar visión doble. En las
ratas, los movimientos oculares opuestas entre el ojo izquierdo y derecho
significan que la línea de visión varía en hasta 40 grados en el plano
horizontal y de hasta 60 grados en el plano vertical.
La consecuencia de estos
movimientos inusuales del ojo es que, independientemente de los movimientos de
cabeza en todos los planos, los movimientos de los ojos siempre se mueven de
tal manera que aseguran que el área por encima del animal está siempre a la
vista simultáneamente por ambos ojos, algo que no ocurre en cualquier otra
región del campo visual de la rata.
Fuente: La
Razón
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