WASHINGTON | 7 DE JUNIO DE 2013
Reguladores federales
alertaron sobre los parámetros de seguridad en 31 reactores nucleares
estadounidenses cuyos diseños son equivalentes a la colapsada planta Fukushima
Daiichi, de Japón. La Comisión de Fiscalización Nuclear (CFN) pidió a los
responsables de las instalaciones modernizar y optimizar las estructuras para
evitar accidentes fatales en eventos derivados de desastres naturales como
terremotos, tsunamis o tornados. Peritos de la CFN concluyeron que ingenieros
en una treintena de centrales atómicas norteamericanas deben tomar pasos
adicionales en pos de impedir filtraciones radioactivas o tóxicas en momentos
de graves emergencias.
Según los expertos, los
mayores riesgos actuales están relacionados con el manejo de las altas
temperaturas en los silos, las concentraciones de hidrógeno o la volatilidad en
los niveles de radiación. Se calcula que los operadores de plantas nucleares
deberán gastar casi cuatro mil millones de dólares en cinco años para
perfeccionar sistemas de 102 instalaciones activas en este país.
Un grupo ambientalista y
una congresista federal pidieron además a la Casa Blanca reabrir las
indagaciones sobre el accidente en la planta nuclear californiana de San Onofre,
que causó fugas radioactivas hace un año. La organización estadounidense Amigos
de la Tierra exigió al Departamento de Justicia y al presidente Barack
Obama convocar audiencias públicas para ventilar de forma exhaustiva el
incidente en la instalación de la empresa Southern California Edison.
El 31 de enero de 2012,
debido a una malfunción en una tubería de enfriamiento, la planta destiló
pequeñas cantidades de material radioactivo hacia una laguna de California y
fue clausurada. Portavoces de Edison propusieron la semana anterior a
Washington reactivar uno de los reactores, y operar a baja potencia durante
cinco meses, para observar el desempeño técnico de la estructura.
Fuente: Prensa
Latina
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