Por: Isaac Torres Cruz
CIUDAD DE MÉXICO | 20 DE JUNIO DE 2013.
Después de que su huevo eclosione
en las costas de Japón, la tortuga caguama (Caretta caretta) se enfrenta a sus
bajas probabilidades de superar la costa y sobrevivir sus primeros días en alta
mar; si lo logra, en su etapa de juventud emprenderá un viaje de más de 10 mil
700 kilómetros a través del Pacífico para llegar a costas de Baja California
Sur y morir en una red…
El ciclo natural dicta
que a su llegada a México, los quelonios pasan muchos años alimentándose hasta
que regresan a alta mar, pasan por Hawái y vuelven a Japón, para no regresar. No
obstante, esta odisea ha sido intervenida por la pesca mexicana que, a falta de
una regulación del gobierno federal, atrapa a las tortugas en sus redes y
palangres de manera incidental. Esto ha provocado que en ningún lugar del mundo
mueran tantas tortugas caguama como en México, lo cual fue denunciado por el
Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y Defenders of Wildlife con base
en estudios realizados desde hace más de una década por especialistas en la
especie.
Las organizaciones
medioambientales no gubernamentales refirieron que la Comisión Nacional de
Pesca (Conapesca) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) han ignorado sus propios estudios e investigaciones sobre cómo la
pesca incidental es la principal causa de muerte de esta especie en riesgo de
extinción, y su omisión ha impedido una regulación pesquera que la defienda. Por
otra parte, el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) publicó en octubre del
2012 un estudio en donde reconoce que la información disponible sobre la
captura incidental de tortugas marinas en la región conocida como Golfo de
Ulloa en la península de la Baja California Sur “indica que es necesario
realizar acciones inmediatas en la modificación de los artes de pesca que
utiliza la flota artesanal para evitar su pesca incidental sin afectar la
actividad productiva pesquera”.
En tanto, el gobierno
federal ha desviado su atención creando un comité y realizando estudios sobre
otras posibles causas que expliquen la alta tasa de mortandad, como la
afectación por biotoxinas, y que ya han sido estudiadas y descartadas
anteriormente por expertos del Marine Turtle Specialist Institute, de la
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y del Smithsonian-Mason
School of Conservation de EU, de las principales instituciones expertas en
el tema de la caguama. Directores de estas organizaciones emitieron,
respectivamente, una carta al presidente Enrique Peña la importancia de no
ignorar los estudios realizados a lo largo de la última década por sus
investigadores y atender de manera urgente el problema de mortandad por pesca
incidental. “Ciencia y resultados basados en colaboraciones [bilaterales entre
México y EU] solo muestran el camino a seguir”, firma Alonso Aguirre, del
instituto smithsoniano, quien envía copia de su carta a los titulares de la
Semarnat, Conanp, Conapesca y el gobernador de Baja California Sur.
Menos Tiburones
Estudios realizados el
último sexenio, citaron las ongs, señalan que en éste periodo murieron cerca de
7 mil ejemplares y que el 2012 tuvo un incremento del 600 por ciento con
respecto al 2011: 2,250 tortugas. Este último incremento, explicaron en
conferencia representantes de las organizaciones, está correlacionado con la
veda para la pesca de tiburón en 2012, lo que aumentó el comercio del lenguado
en las pesquerías. Para la pesca de este tipo de pez se emplean las redes y
palangres donde quedan atrapadas las caguamas.
Este es el segundo año de
la veda, por lo que se esperan cifras igual o más oprobiosas que las de 2011.
De acuerdo con el Plan de ordenamiento ecológico marino del Pacífico norte,
realizado por el Instituto de Ecología de la UNAM, se calculan alrededor de 30
mil tortugas caguama en aguas mexicanas. Por lo tanto, “si en 2012 murieron 2
mil ejemplares de esta especie en peligro de extinción, debemos plantearnos que
es una gravísima situación —señaló Alejandro Olivera, coordinador de políticas
públicas del Cemda en el noroeste—. “La tortuga caguama va que corre para ser
la próxima vaquita marina mexicana, por lo tanto, nos parece absurdo que la
Semarnat esté en busca de otras hipótesis absurdas en este momento para
explicar la mortandad”.
Embargo de E.E. U.U.
En tanto en México no se
ha hecho nada por proteger a estos quelonios, el gobierno de EU obliga a la
flota palangrera de Hawái suspender su operación en el caso que la flota entera
exceda el límite de 34 tortugas capturadas al año, refiere un informe del Sea
Turtle Interactions de EU, mientras en México el problema continúa y podría
tornarse una bola de nieve que estaría por estrellarse en nuestra economía.
El representante del
Cemda apuntó que México tiene hasta mediados de 2014 para acreditar y emplear
medidas de protección similares o equiparables a las de EU. Después habrá un
periodo donde la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA)
evaluará si sanciona a México con un embargo pesquero; incluso, apuntó, existen
organizaciones estadunidenses que han solicitado sanciones comerciales. “No es
solo por el hecho de que EU proteja a las tortugas, sino porque la mortandad de
éstas está afectando sus pesquerías en Hawái: mientras más disminuye la
caguama, más se reduce el potencial de pesca de flotas en sus aguas”. Añadió
que las autoridades mexicanas aludidas no han demostrado apertura alguna y que
si no hay medidas de urgente aplicación, por más que haya foros mutilaterales,
los EU tendrán la mesa servida para un embargo contra México por más injusto e
unilateral que sea.
—¿Hay una explicación
para esta negligencia de Estado sin sentido?
—¿Por qué no se ha hecho
nada…? habría que preguntarles a las autoridades, agradecemos su apertura pero
no se ha traducido en acciones. No me atrevería a utilizar ningún adjetivo,
pero sin duda hay muchos que se podrían emplear.
Fuente: La
Crónica de Hoy
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