VITORIA | 31 DE MAYO DE 2013
Los domadores de fieras
al estilo Ángel Cristo ya no son bienvenidos en la ciudad. El Ayuntamiento de
Vitoria no expedirá ni una sola licencia más a las empresas circenses que
utilicen para sus números a «animales domesticados o salvajes en cautividad»,
como ya sucede en cerca de 140 localidades españolas. Adiós a los leones
pasando por el aro, a los elefantes haciendo el pino o a los monos andando en
triciclo sobre la pista de Mendizabala.
Al igual que el pasado febrero
Vigo se convertía en la primera ciudad gallega en cerrar sus puertas a estos
espectáculos, Vitoria ha hecho lo propio este viernes. El pleno ha aprobado de
forma iniciar la ordenanza de animales de la ciudad, que entrará en vigor en
los próximos meses, aunque se mantiene la duda de si la aprobación definitiva
llegará a tiempo antes de las fiestas de La Blanca, en las que es habitual que
se presente un circo en la ciudad. El texto definitivo, que reemplazará al
anterior, de 1994, precisa aún de varios trámites administrativos antes de
entrar en vigor. Bildu ha tratado de extender la prohibición a las corridas de
toros, pero no ha recibido el apoyo de ninguna otra formación.
Tránsito de mascotas en las áreas públicas
La ordenanza regula
también las condiciones para sacar de paseo a animales domésticos como los
perros. Si en un principio la ordenanza contemplaba que sólo pudieran ser
paseados sin correa, de noche y en áreas acotadas, finalmente se permitirá
también su esparcimiento libre en zonas verdes residuales veinticuatro horas,
aunque los puntos y horarios concretos se regularán vía decreto.
En principio,
estos puntos, que no contienen juegos infantiles ni son usados por los
ciudadanos, son: la mediana de Portal de Foronda; la intersección de la avenida
del Cantábrico con Zaramaga; las raquetas de los nudos de Sansomendi y de Arana
(en la avenida de Valladolid con Santiago); la calle Madrid con Aragón; el
parque del Alas, en Zaramaga; Jacinto Benavente, entre el puente del
ferrocarril y la rotonda Venta de la Estrella; el exterior de la rotonda de la
Antonia, la carretera del puerto de Vitoria y campo de los Palacios; y Teodoro
Dublang con la vía del tren. No obstante, la relación de espacios aún puede
variar en ese decreto que, se supone, pactará el alcalde Maroto con los
partidos que han aprobado la ordenanza.
Inconformidad de grupos protectores
El portavoz de la Asociación
para un Trato Ético con los Animales, ATEA, ha comunicado que interpondrá
denuncias al considerar que “manteniendo a los perros atados tanto tiempo
se vulneran los derechos básicos de estos seres”, advertía Kepa Tamames. Por su
parte, los representantes de Bildu han lamentado que el resto de los grupos no
se haya planteado la reconsideración de este punto. “Se están buscando
problemas donde no existen.
La convivencia entre personas y animales será tan
sana y cordial como nosotros queramos que sea, por eso, siempre bajo la
supervisión y control de sus dueños, los perros sueltos deben ir sueltos,
para evitarles angustias injustificadas”, explicaba Iratxe López de Aberásturi.
El resto de los grupos sí considera que el paso de perros incomoda a muchas
personas que se ven amenazadas por la presencia de estos animales “sobre todo
en las zonas infantiles de los parques”, aseguraba el portavoz socialista Peio
López de Munain.
Los colectivos
animalistas han anunciado que los dueños de perros, contrarios a esta medida,
se están organizando para llevar a cabo en los propios parques diversos actos
de protesta. Los afectados podrán presentar alegaciones al texto durante
el período de un mes hasta que se apruebe definitivamente el articulado
provisional ratificado por todos los grupos municipales en el pleno del
Ayuntamiento. Los perros no podrán ir sueltos ni en calles ni en parques como
el de Judizmendi, Aranbizkarra o el Parque del Norte y ni los Jardines de la
trasera de la Catedral son algunos de los lugares acotados. En estas
ubicaciones, los dueños deberán esperar hasta la noche para llevar a sus
mascotas sin correa. Sí podrán pasear sin ella en el Anillo verde, el Monte de
la Tortilla, en las campas de Salburua y Armentia, o en áreas industriales,
solares y parcelas sin acondicionar.
Pese al rechazo de estas
enmiendas, tanto las agrupaciones animalistas participantes en el texto como
los propios grupos políticos se han felicitado por la aprobación por unanimidad
de una ordenanza consensuada, tras dos años de trabajo común entre partidos
políticos, técnicos municipales de las áreas pertinentes, veterinarios y
agentes sociales. “Es una de las normativas más democráticas que ha conocido
esta ciudad, fruto del trabajo coco con codo de diferentes ámbitos como el
técnico, político y civil”, manifestaba Kepa Tamames.
Fuentes: El
Correo,
El Diario.es
El Diario.es
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