PANAMÁ | 9 DE JUNIO DE 2013
Justo cuando se espera la
aprobación de la entrada oficial del maíz transgénico en Panamá, la empresa
AquaBounty Technologies está a la espera de recibir la valoración de seguridad
de su ‘Frankenfish’ o salmón transgénico asexual. De cumplir con
los requisitos que le exige la Agencia de Alimentos y Medicinas de Estados
Unidos (FDA), los ‘Frankenfish’ pasarán a la historia como los primeros peces
genéticamente modificados, aprobados y comercializados para uso humano.
La FDA ya emitió un
informe en diciembre pasado, donde se decla raba que el salmón transgénico
AquAdvantage ‘no tiene un impacto significativo’ para el ambiente, algo
que normalmente precede a una aprobación. La preocupación se debe a que su
tamaño superior pueda acabar desbancando a la pobación natural de salmón
atlántico. Pero el propio estudio de la FDA concluye que incluso si estos
pescados transgénicos llegaran a escaparse de sus tanques en tierra firme hasta
aguas silvestres, sería poco probable que causaran daños, ya que el agua cercana
de Panamá es demasiado cálida como para que sobrevivan. Aún así, esas
valoraciones recibieron muchas críticas, tanto de organizaciones interesadas en
la industria, entre ellas grandes cadenas de supermercados, como de grupos de
activistas y ecologistas. Muchos temen que el pez transgénico pueda llegar a
los mares, reproducirse y afectar al ecosistema.
El pasado febrero, la FDA
decidió extender dos meses más el período abierto para presentar objecciones a
su informe sobre el impacto ambiental del salmón AquAdvantage. Ese plazo
terminó el pasado 26 de abril. Ahora, todos esperan la decisión del fallo.
Mientras tanto, un nuevo estudio publicado en la edición más reciente de la
revista especializada Proceedings of the Royal Society B, alerta sobre los riesgos
potenciales de que un salmón modificado genéticamente se escape a aguas
naturales. En su hábitat natural, el salmón del atlántico se cruza
ocasionalmente con una especie cercana, la trucha marrón. Un equipo de
científicos canadienses reprodujo ese encuentro en el laboratorio y descubrió
que el 40% de las crías híbridas portaban la distintiva capacidad del salmón
transgénico de crecer muy rápido. Según los investigadores, este estudio
demuestra las posibles consecuencias ecológicas en caso de que estos peces
escapen de su hábitat artificial.
Fuente: La
Estrella On line
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