El
municipio de Cazalilla (Jaén) ha asistido un año más al tradicional lanzamiento
de una pava viva desde el campanario de la parroquia Santa María de la
Magdalena con motivo de la festividad de San Blas y ello a pesar del rechazo
expresado por asociaciones protectoras de animales y reiteradas sanciones que
ha interpuesto la Junta de Andalucía por esta práctica. Ha sido sobre las 18.30
horas de este lunes cuando se ha arrojado desde lo alto del campanario al
animal, que ha planeado hasta el tejado de una de las viviendas situadas frente
al templo. Finalmente, ha sido apresada por un cazalillero, alrededor del cual
se han agolpado numerosas personas para felicitarlo y trasladar su alegría.
Como
él, han sido muchos, no sólo habitantes de la citada localidad, sino también de
otras cercanas, los que han esperado expectantes el lanzamiento, que ha tenido
lugar como cada año y sin mayores incidentes. La mayoría de los participantes
en esta tradición niega que la pava sufra y mantiene que permanece con quien la
recoge como símbolo de fortuna.
A
pesar de ello, diversas protectoras de animales como ASANDA o ANPBA vienen
denunciando ese acontecimiento por considerar que supone maltrato animal y,
según recalcan, el propio Gobierno andaluz así lo considera al establecer cada
año que se trata una "infracción administrativa en materia de Protección
de los Animales", según la cual se condena el uso de animales en fiestas o
espectáculos en los que puedan ser objeto de daños, sufrimientos, tratamientos
antinaturales, malos tratos o en los que se pueda herir la sensibilidad del
espectador.
Tradición del siglo XIX
El origen de esta
costumbre, según expone en su web el propio Ayuntamiento, aunque está
desvinculado de su organización desde hace años, se remonta a finales del siglo
XIX y principios del XX, cuando dos familias enfrentadas se reconciliaron al
enamorarse el hijo de una con la hija de la otra y ambos se casaron un 3 de
febrero.
No obstante, también
recoge que hay quien ubica esta costumbre en los sorteos populares con los que
las cofradías de ánimas recaudaban fondos para sus fines. En cualquier caso, no
es la única actividad que se celebra en torno a sus fiestas patronales, con una
programación extensa en la que se incluye la procesión de San Blas, a cuyo
término da la suelta del animal.
Fuente: 20
Minutos
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