MÉXICO | 25 DE FEBERO DE 2014
Especialistas, académicos
y defensores de derechos humanos, destacaron ayer en el Senado que la
utilización del fracking para explotar el gas y el petróleo shale, "tiene
alto costo en materia de agua, de salud, afecta los cultivos, el ganado y
también implicará grandes expropiaciones de tierras en favor de empresas
privadas".
En el foro Impacto
ambiental y social, organizado por el Instituto Belisario Domínguez y la
Alianza Mexicana contra el Fracking, el investigador de Ciencias de la UNAM,
Luca Ferrari, destacó que "en Francia está prohibida esta técnica porque
genera terremotos. El gas de lutitas se ha explotado ahora sólo en Estados
Unidos, pero toda esa propaganda que se ha hecho es mentira, pues son pozos con
duración de tres a cinco años".
Advirtió ante los senadores Benjamín
Robles, del PRD; Javier Corral y Ernesto Ruffo, del PAN, y la senadora Martha
Palafox, del PT, que no sólo es un alto costo económico sino que se requiere
muchísima agua para explotar cada pozo, pero además es agua con químicos que
genera contaminación.
El investigador de la
UNAM, John Saxe Fernández, denunció que “el impacto al territorio va sobre el
agua, la salud, la flora y la fauna, pues la técnica que se utiliza es
controvertida y los efectos son devastadores.
"Se trata de una técnica que
utiliza gran cantidad de agua, a la que se le agrega arena y muchas sustancias
tóxicas, con ominosos efectos en la salud; se habla de 519 sustancias y
producen enfermedades cancerígenas", dijo. Precisó que por cada pozo
se requieren cuatro toneladas de sustancias tóxicas y 2 mil 500 pipas de agua
potable de 10 mil litros cada una, entonces si habla de 22 mil pozos a 20 años
la cantidad de agua que se requiere es inimaginable.
Refirió que en Estados
Unidos ya hay respuestas sociales, que deben llamar la atención de los
legisladores mexicanos. "Va a haber enormes expropiaciones de territorio,
no sólo se les despoja del agua, ahora también de la tierra y al país del
petróleo".
Javier Corral dijo que "cuando empezamos a ver la
dimensión que tomaría la reforma energética empezamos a tener preocupaciones
adicionales. Me metí a ver la información de las alertas ambientales, y ello
configuró mi oposición a la reforma energética; nos faltaba información de las
consecuencias".
Dijo que se debe contar en el Senado con las comisiones de
Medio Ambiente, Cambio Climático, Desarrollo Urbano, de Recursos Hidráulicos y
de Derechos Humanos; estos legisladores tendrán que participar activamente en
las leyes secundarias que se votarán.
La investigadora Claudia
Campero explicó que la mezcla que se agrega al agua son 300 mil litros de
químicos más la arena y agua que saldrán sobre todo de las regiones de
Veracruz, Tamaulipas y Chihuahua. "Se habla de nueve a 29 millones de
litros de agua, pero en Michigan se tiene información de que son 80 millones de
litros de agua por pozo". Explicó que resultado de este proceso habrá
cáncer, alergias y otros problemas de salud, pues se trata de metales pesados y
materiales radiactivos.
Fuente: Vanguardia
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