WASHINGTON | 19 DE FEBRERO DE 2014
Antiguamente solo a los
seres humanos se les atribuía el don de tener sentimientos y alma, también se
creía que los humanos eran los únicos que poseían la capacidad de entablar
relaciones sociales con otros seres de la misma especie, pero esta idea ha
cambiado con el avance de la ciencia y se ha visto que animales como los
elefantes poseen una inteligencia social claramente desarrollada.
Un nuevo estudio
realizado por el investigador Josh Plotnik, de la Universidad de Cambridge en
Reino Unido, demuestra que los elefantes cuando se encuentran alterados se
consuelan haciéndose caricias y suaves vocalizaciones. Durante la investigación
el equipo de Josh Plotnik observó a 26 elefantes asiáticos en una reserva
tailandesa y tras un año de observaciones, el equipo de investigadores notó que
un elefante del grupo se mostraba afligido, fenómeno que propició que los otros
respondieran a esto reflejando también un estado de angustia. Esto es conocido
en la ciencia como reacción empática. Posteriormente, para consolarse, los
elefantes se tocaban la cara con la trompa mientras emitían sonidos calmantes.
Si bien este estudio se
realizó con elefantes en cautiverio, es una base sólida para empezar un estudio
más profundo con grupos salvajes. Plotnik asegura que estudios como éste son
importantes para enseñar a las personas acerca de la inteligencia y habilidades
sociales de los elefantes, lo que ayuda a su conservación.
"Durante siglos, la
gente ha observado que los elefantes parecen ser animales muy inteligentes y
empáticos", señaló Plotnik, quien estudiaba en la Universidad Emory, en
Atlanta (Georgia) cuando inició la investigación. "Pero, como científicos,
teníamos que probarlo". Entre los animales el consuelo es raro aunque
existe una abundante evidencia empírica de comportamientos de confort, compañía
y condolencia entre los simios mayores, los caninos y ciertos córvidos.
El coautor del estudio,
el profesor de psicología Frans de Waal, quien dirige el Centro Nacional Yerkes
de Investigación de Primates en Emory, anotó que "con sus fuertes vínculos
sociales no es sorprendente que los elefantes muestren preocupación
mutua". "Este estudio demuestra que los elefantes se estresan cuando
ven a otros que sufren estrés, y se acercan para calmarlos en un gesto que no
es muy diferente del de los chimpancés o los humanos que abrazan a alguien
cuando está angustiado", añadió. "No es fácil encontrar gestos de consuelo
en el reino animal. Hasta ahora solo existían evidencias empíricas en grandes
simios, cánidos y algunos córvidos. Pero los elefantes también parecen
preocuparse por los demás. “Con sus fuertes lazos sociales, no es de extrañar”,
explica de Waal,
Plotnik, quien ahora
trabaja en la Universidad Mahidol, de Tailandia, escribió que "los humanos
son únicos de muchas formas, pero no tantas como creíamos". "Cuando
un elefante se inquieta, sus orejas se extienden a los lados, la cola se yergue
o se curva hacia arriba, y el animal emite un ruido de baja frecuencia, o como
una trompeta", explicó Plotnik.
Como un “apretón de manos”
El estudio descubrió que
los elefantes cercanos se aproximaban al angustiado y tendían al contacto
físico. Como ejemplo típico, usaban su trompa para tocar suavemente su cara, o
ponían su trompa en la boca del otro animal. “Los elefantes sienten cuando ven
a otros en peligro, llegando a calmarlos, de forma no muy diferente a como los
chimpancés o los humanos abrazan a alguien que se siente mal”, señala De Waal.
En un ejemplo típico un
elefante se acerca al costado del animal estresado y usa su trompa para tocarle
la cara o coloca su trompa en la boca del otro elefante. El gesto de poner la
trompa en la boca del otro es casi como un apretón de manos o un abrazo del
elefante. «"Es una posición muy vulnerable porque puede ser mordido",
señaló Plotnik. "Y el mensaje puede ser: 'Estoy aquí para ayudarte, no
para lastimarte'", agregó.
Los elefantes también
mostraron una tendencia a vocalizar, como un «alto chirrido». «Puede ser una
señal como, 'Shshhh , está bien', el tipo de sonidos que un adulto humano
podría hacer para tranquilizar a un bebé», apunta Joshua Plotnik, autor principal
de la investigación.
Fuentes: Sexenio.com
Informador.com
ABC
* con imágenes del sitio Wired
Informador.com
ABC
* con imágenes del sitio Wired
No hay comentarios:
Publicar un comentario