SUIZA | 24
DE JUNIO DE 2008
Representantes de
unos 60 grupos en defensa de los derechos de los animales calificaron la faena
como "un espectáculo degradante e ignominioso" en un
"juicio" en la Corte Internacional de Justicia para los Derechos del
Animal, un organismo de denuncia con sede en Ginebra. El presidente francés
Nicolas Sarkozy y el presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez
Zapatero fueron algunas de las personalidades llamadas al banquillo de los
acusados. La larga lista de señalados incluyó también a los promotores,
criadores y a los responsables de las escuelas de tauromaquia.
"Ya que ninguno
de los inculpados está presente, seguiremos con el juicio en ausencia",
señaló el ecologista suizo y presidente de tribunal, Franz Weber. La
tauromaquia sigue generando la controversia, en particular en Europa, donde se
practica en España, Portugal y en el sur de Francia. Sus seguidores argumentan
que se trata de una tradición profundamente anclada en Europa e insisten en que
es una parte de la herencia cultural continental. Para hacer comprender sus
argumentos, a principios de este mes organizaron una exposición en el Parlamento
Europeo en Bruselas. Pero los opositores a la corrida se mantienen firmes e
insisten que este deporte de la muerte sólo lo siguen personas mayores de 50
años y que ninguna tradición puede justificar la crueldad hacia los animales.
"Todas las
encuestas realizadas en torno a este espectáculo muestran que la mayoría de la
gente en España y Francia no está interesada en la tauromaquia; lo cierto es
que sus partidarios son una minoría, que se reduce año con año", mencionó
en la 'corte ginebrina' la abogada Caroline Lanty. De acuerdo a una
investigación realizada en 2006, sólo el 7,4% de los españoles es un apasionado
de la tauromaquia; en Francia, un informe similar señala apenas un 5%. En lo
que respecta a Portugal, el 50,5% de las personas preguntadas en una encuesta
del año pasado se pronunciaron por una prohibición de las corridas de toros. "Pero
en España hay un abismo entre su población y aquellos que los gobiernan en lo
que a los derechos de animal se refiere", afirmó Matilde Figueroa, parte
demandante y miembro de la organización española 'Amigos de los Animales'. "La
tauromaquia se beneficia de una protección incondicional, puesto que se identifica
como un símbolo inalienable de nuestra identidad nacional, cultura, historia y
arte, lo que lamentablemente era cierto hasta hace unos años", reiteró
Figueroa.
Los dedos acusadores
venidos de España afirman que las actividades de la tauromaquia son respaldadas
con fondos públicos de alrededor de 550 millones de euros (892 millones de
francos suizos), incluidos 15 millones de euros en subvenciones de la Unión
Europea para criadores. "Debemos afrontar la realidad clara y fría: apenas
el 4,6% de los seguidores que asisten más de una vez al año a las faenas, son
realmente seguidores que impulsan la permanencia de la corrida y, aunado a
esto, el sector de tauromaquia tiene algunos amigos influyentes y
poderosos", sostuvo la española. "El presidente francés y el primer
ministro François Fillon asisten con regularidad a corridas de toros",
dijo al respecto Patricia Zaradny, quien preside el Comité Francés Radical
Anti-Corrida.
"Traje de
luces"
En Ginebra también se
escucharon varios testimonios, entre ellos, los de un psicólogo infantil, un
zoólogo y un ex seguidor de la corrida. Este último, el español Antonio Moreno,
describió su obsesión infantil por el traje de luces, pero a los treinta años
se dio cuenta del sufrimiento del animal durante la corrida. Un otrora matador
de toros colombiano, Álvaro Múnera, quien quedó parapléjico a los 19 años en
una corrida, participó en el juicio a través de una teleconferencia. Dijo que
ahora defiende los derechos del animal, una forma de "limpiar todos los
crímenes" que cometió en el ruedo.
El abogado alemán
Bernhard Fricke, defensor veterano de los derechos del animal, quien presentó
el caso por parte de la defensa en el tribunal, advirtió una vez más el papel
cultural de la tauromaquia. En el palacio griego de Cnosos, en Creta, hay
frescos que datan de hace 4.000 años, donde se representan a hombres y mujeres
enfrentándose a unos toros, mencionó. "La tauromaquia es muy importante
para la economía de las regiones de España, Portugal y Francia donde se
practica", reiteró.
No obstante y como
era de esperar, el veredicto final fue de culpabilidad. "Creé el tribunal
en Ginebra para defender a los animales. Cada juicio genera un resultado, al
menos moral, es un modo de abordar el problema". "Esto es un juicio
simbólico, desde luego", dijo su hija, Vera Weber. "Pero esto nos
permite dar a conocer el asunto. Muchos suizos no saben que existe la
tauromaquia en Francia". Las corridas están desapareciendo, pero hay
elementos preocupantes aún actualmente, afirmó al hacer referencia de las
jugosas sumas de dinero para promover la exportación de estas prácticas hacia
Bélgica, Marruecos, Rumania y Polonia.
(Traducido del inglés por Patricia Islas Züttel)
Fuente:
Swiss Info
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