domingo, 26 de mayo de 2013

Protesta mundial contra Monsanto y los transgénicos



INTERNACIONAL | 26 DE MAYO DE 2013
Cientos de miles de personas han salido a la calle este sábado en diferentes partes del mundo para protestar contra la empresa estadounidense Monsanto y otras similares que fabrican productos genéticamente modificados. Muchos estudios de reciente aparición denuncian el daño que para la salud humana conlleva el consumo de productos con GMO y sus efectos a largo plazo. El hecho de que la ley no obligue siquiera a etiquetar los productos transgénicos indigna a la sociedad. Otro factor que provoca la ira popular es el hecho de que el monopolio Monsanto asfixie la agricultura. En los años 60 Monsanto fue uno de los principales productores del Agente Naranja utilizado como defoliante por el ejército estadounidense en la Guerra de Vietnam. Según algunas estimaciones, las víctimas de esta sustancia ascienden a casi 5 millones de personas y la población todavía sufre las consecuencias.
Gustavo Duch, editor de la revista Soberanía Alimentaria, está convencido de que Monsanto y otras empresas como ésta ya tienen sus días contados. "Hoy en día las grandes multinacionales agrícolas, como en cualquier otro sector, están controladas por muy pocas manos", denuncia el experto, que recuerda que estas empresas, "en algunos casos superempresas familiares" -aclara- son en gran medida "instrumentos al servicio de los grandes capitales financieros que hambreando el plantea ingieren grandes sumas de dinero para engordar sus cuentas corrientes". "La crisis capitalista está colapsando el sistema y en este colapso empresas como Monsanto y otras perecerán literalmente", comenta el editor. "Los Gobiernos actuales, títeres de estas grandes corporaciones van a hacer todos los esfuerzos y van a intentar proteger estas empresas. Hay datos objetivos de que el supuesto progreso capitalista nos lleva al colapso y, por lo tanto, es indudable que estas grandes empresas también llegarán a su fin",
Participación masiva en 40 países
Los organizadores del evento a escala mundial estiman que más de 200.000 personas han participado desde el viernes en la campaña internacional que abarca cinco continentes, 40 naciones, y al menos 48 estados de Estados Unidos. En México, por ejemplo activistas de la organización ambientalista Greenpeace escalaron un monumento de la capital para desplegar una gran pancarta contra la intención de transnacionales de sembrar maíz transgénico en el país. En París, en tanto, centenares de personas acogieron el llamado y se manifestaron pacíficamente en la plaza de Trocadero reclamando un etiquetado obligatorio de los productos que contienen OGM. Además pidieron al gobierno priorizar la”precaución alimentaria” y prohibir la compra de las semillas por parte de las multinacionales agro-alimentarios. “OGM, ni en nuestros campos ni en nuestros platos”, se leía en una pancarta, mientras que otros recordaban el agente naranja, un deflorador utilizado masivamente por el ejército de EEUU contra la guerrilla comunista en la guerra de Vietnam y que también es producido por la multinacional.
Los manifestantes salieron a las calles además en sitios tan variados, como Sofía, Nueva York, Ciudad de México o Santiago de Chile, para pedir también una investigación sobre las consecuencias a largo plazo de la alimentación con OGMs, reevaluar las moléculas utilizadas por Monsanto, evaluar el impacto de los pesticidas en los humanos y abrir un debate sobre una agricultura responsable.
Situación de los transgénicos en México
El rechazo a Monsanto en el País ha sido encabezado por Greenpeace México. En México, aún están pendientes de autorización las solicitudes de cultivo comercial de maíz transgénico que presentaron Monsanto y otras empresas, luego de que se hicieron pruebas experimentales en el norte del País. Monsanto, dice Greenpeace, es un empresa transnacional que controla alrededor de 90 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas. Sus productos transgénicos, según denuncian los activistas, perjudican la salud, causando cáncer, infertilidad e incluso defectos en los fetos. De acuerdo con esta organización, la empresa tiene tras de sí toda una serie de actividades e irregularidades que serían suficientes para frenar sus operaciones:
* Produjo y comercializó el agente naranja, usado durante la guerra en Vietnam y responsable de desarrollo de cáncer y muertes. Está hoy prohibido.
* Produjo y comercializó el DDT y los PCB o askareles, químicos causantes de graves daños a la salud humana y al ambiente. Ambos prohibidos actualmente.
* Fue condenada a pagar 1.5 millones de dólares por sobornar a las autoridades de Indonesia para introducir algodón transgénico en ese país.
* En 2010 fue condenada en EU a pagar 2.5 millones de dólares por más de 1,700 violaciones a normas de bioseguridad. 
Greenpeace, la Unión de Científicos Comprometidos Socialmente y la organización social Semillas de Vida que han protestado contra el grano transgénico, han difundido ampliamente que: "Se ha demostrado con estudios científicos que han aportado datos de México y de otros lados del mundo, que los transgenes se mueven a miles de kilómetros de distancia, con lo cual los maíces transgénicos serán fuente de contaminación transgénica desde el norte del País al resto de las zonas en donde hay riqueza de maíces nativos, incluidas las zonas de diversidad de maíz del norte que albergan algunas razas y variedades muy importantes y únicas; por ejemplo en Tamaulipas en donde se ha registra un Centro de Origen y Diversidad muy importante. De tal manera es imposible la coexistencia sin contaminación y acumulación de transgenes en las variedades nativas o criollas, por su parte la contaminación es irreversible. La integridad de los acervos de semillas de nuestro alimento básico está en grave peligro".
No es la primera vez que se protesta contra esta compañía, el 6 de noviembre pasado ciudadanos y campesinos formaron un cordón humano alrededor de las instalaciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación para exigir frene a la siembra de maíz transgénico que las empresas Monsanto y Pioneer solicitaron en más de un millón de hectáreas de los estados de Sinaloa y Tamaulipas. "Monsanto, tu maíz no es nada santo" y "Sin maíz no hay país", gritaron los inconformes.
Un año antes, Greenpeace denunció irregularidades en el permiso que la Sagarpa otorgó a la empresa para sembrar en etapa piloto de maíz genéticamente modificado en Tamaulipas. De acuerdo con la ONG, dicha acción se realizó "ignorando las opiniones técnicas emitidas por distintas instituciones y autoridades públicas en el sentido de la no conveniencia de otorgar el permiso".
En Yucatán también se manifestaron
Ayer, cientos de personas se unieron en la capital yucateca a la jornada de protesta contra los transgénicos, marcha que partió del Monumento a la Patria. Armados con pancartas e incluso vistiendo algunos disfraces, cientos de meridanos se unieron ayer a la “Jornada Mundial en Contra de Monsanto y por la Soberanía Alimentaria”, en un evento que dio inicio a las 6 de la tarde en el Monumento a la Patria. La Jornada se llevó a cabo en más de 250 ciudades del país, unidas a otras del mundo. La meta, de acuerdo con los organizadores, es que “la ciudadanía exprese claramente que quiere a los alimentos transgénicos fuera de su mesa”. La protesta es contra lo que juzgan una “imposición monopólica de la empresa trasnacional de la agrobiotecnología, Monsanto”. La creadora de esta iniciativa en el mundo fue Tami Monroe Canal, un ama de casa preocupada por cuál sería el futuro de sus dos hijas si continuaban comiendo alimentos genéticamente modificados.


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