HELSINKI | 29 DE ABRIL DE 2013
Un estudio de la
Universidad de Helsinki (Finlandia) demuestra cómo el aumento de las
temperaturas en la Tierra produce una reacción en los árboles que ayuda a
enfriar el ambiente y a luchar contra el calentamiento global. El trabajo,
realizado en once zonas forestales de Europa, Estados Unidos, Suráfrica y
Siberia muestra cómo a medida que se eleva el termómetro los bosques reaccionan
liberando gases que favorecen la formación de nubes y bajan la temperatura.
El hallazgo, publicado en
«Nature Geoscience», muestra un bucle de retroalimentación negativa en
el que temperaturas más altas conducen a un aumento en las concentraciones de
aerosoles naturales que tienen un efecto de enfriamiento en la atmósfera. La
reacción es sencilla. Al respirar, las plantas emiten unas sustancias llamadas
compuestos orgánicos volátiles (VOCs) que una vez en la atmósfera tienden a
adherirse a otras partículas hasta formar grupos de nubes que actúan como un
parasol de la luz solar. «Todo el mundo conoce el olor de la selva. Ese olor se
compone de estos gases» -dice Ari Asmi, investigador de la Universidad de
Helsinki y uno de los autores de este trabajo. Aunque investigaciones
anteriores habían predicho el efecto de retroalimentación, hasta ahora nadie
había podido demostrar su existencia, excepto en investigaciones que se limitan
a una sola zona y en periodos de tiempo cortos. Este trabajo mostró que el
efecto se produce a largo plazo en escalas de tamaño continental.
Efecto limitado
El efecto protector de
las nubes es pequeño a escala global. Los científicos creen que los bosques
consiguen reducir el calentamiento global en un discreto 1 por ciento, pero los
beneficios pueden llegar al 30 por ciento en lugares con grandes zonas
forestales como Canadá, Siberia o los países nórdicos. Así que este trabajo
proporciona un motivo más para proteger las zonas boscosas y cuidar ese «aire
acondicionado» que de forma natural proporciona la superficie vegetal.
Naciones
Unidas ha advertido que el aumento de emisiones contaminantes está disparando
las temperaturas y ese calentamiento conducirá a una mayor aparición de riadas,
sequías, olas de calor, y subidas en el nivel del mar. «Los bosques no nos
salvan del calentamiento climático», dice Paasonen, quien añade, sin embargo,
que los efectos de aerosoles sobre el clima son una de las principales
incertidumbres de los modelos climáticos». «La comprensión de este mecanismo
podría ayudar a reducir las incertidumbres y hacer los modelos mejor",
agrega.
Fuente: Uniradio
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