SYDNEY | 7 DE MAYO DE 2013
Un vecindario vegetal
amistoso favorece la germinación de las semillas, asegura una investigación que
publicó ayer la revista BMC Ecology. Investigadores de la Univ. de Australia
occidental descubrieron, además, una nueva forma de comunicación entre las
plantas, las cuales "hablarían" a través de vibraciones nanomecánicas
(muy pequeñas para ser percibidas) celulares, las que se suman a los contactos
físicos y las señales químicas o lumínicas.
Los biólogos Mónica Gagliano y
Michael Renton llegaron a las dos conclusiones anteriores tras cultivar
semillas de ají ( Capsicum annuum ) en presencia o ausencia de otras plantas de
la misma especie o de albahaca ( Ocimum basilicum ). Determinaron que cuando no
había una planta vecina las tasas de germinación fueron muy bajas, pero cuando
las plantas las percibían y entraban en comunicación, las plántulas (plantas
nuevas germinadas de las semillas) se multiplicaron.
Los investigadores
quisieron saber qué ocurriría si las semillas se separaban de las plantas de
albahaca con plástico negro, de modo que no podían ser influenciadas por ningún
tipo de señal de luz o química. No obstante, las semillas germinaron como si
todavía pudieran comunicarse con la albahaca. En el caso de las semillas y las
plantas de ají completamente crecidas, la comunicación también se mantuvo con
la barrera, aunque parcialmente.
Según la Dra. Gagliano, la comunicación se
mantendría gracias a señales acústicas generadas mediante oscilaciones
nanomecánicas al interior de la célula. "Nuestros resultados muestran que
las plantas son capaces de influir positivamente en el crecimiento de las
semillas por algún mecanismo de este tipo", dijo. En contraste, la
cercanía de malos vecinos, tales como el hinojo, evitarían o harían más lenta
la germinación de las semillas a causa de sus sustancias químicas.
Fuente: El Universal
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