Por: Anastasia Gubin
ALASKA | 4 DE ENERO DE 2013
La plataforma petrolera Royal Dutch Shell
Kulluk encalló peligrosamente el pasado 1 de enero de 2013 cerca
del Parque Nacional de la isla Kodiak con unos 600.000 litros
de petróleo con preocupación para los pobladores, ecologistas y la comunidad
internacional ante el peligro de un nuevo derrame al estilo devastador que tres
años atrás protagonizó la Deepwater
Horizon en el Golfo de México.
El problema comenzó el 27 de diciembre mientras el
mal tiempo en el Golfo de Alaska con olas de hasta 11 metros cortaron el cable
del remolcador que la transportaba para una mantención en el puerto Dutch
Harbor de las islas Aleutianas. El 28 de diciembre otra vez el
remolcador tuvo graves problemas, esta vez por una avería en el motor, que
le impidió seguir con el transporte, informó Alaska Dispatch. Para mantener la seguridad de los nueve
tripulantes la nave debió separarse de la plataforma, según reguladores
ambientales estatales y la Guardia Costera de EE.UU., agregó el medio local. El
29 de diciembre la plataforma se hizo evacuar por parte de la Guardia
Costa gracias a helicópteros estadounidenses.
En víspera del Año Nuevo la plataforma de petróleos
Royal Dutch Shell de 290 millones de dólares, encalló en la costa de la
deshabitada isla Sitkalidak, muy cerca de la isla Kodiak, con una carga de
139.000 galones de diesel y 12.000 galones de aceite lubricante y aceite
hidráulico, según el Departamento de Conservación Ambiental de Alaska, informa
Alaska Dispatch. La situación fue tormentosa y los peligros saltan a la vista
al leer los primeros cables que comunicó la guardia costera. "No conocemos
el daño. Estaba demasiado oscuro. El tiempo es horrible: las condiciones
meteorológicas extremas y los mares agitados representan aún un
obstáculo", informa.
El comandante Sean Churchfield dijo el jueves
que los equipos de rescate bajaron a bordo del Kulluk el miércoles
y encontraron daños y una serie de puertas violadas. Él dijo que los
trabajadores fueron capaces de asegurar algunas de las puertas antes de salir
de la plataforma, y que un segundo equipo fue capaz de continuar con la
evaluación de daños el jueves, informó Seattle Times. El diputado democrático
Ed Markey, jefe de la Comisión de Recursos Naturales explicó que ”las
plataformas petroleras no pueden hacer investigaciones seguras en las
condiciones existentes en aquellas latitudes. En caso de un accidente, las
consecuencias para el ambiente serían desastrosas”, según Alaska Dispatch.
La compañía Smith Salvage, con sede en Holanda, fue
contratada para organizar los esfuerzos de rescate, que, en el mejor de los
casos, podría tirar de la plataforma de la orilla y remolcarla de vuelta al
puerto para reparaciones. Pero si el daño es demasiado grave, podría ser
difícil de reflotar, señala el reporte de Seattle Times.
Mientras tanto más de 600 personas están en alerta
en tierra desde el lunes con los preparativos en curso para hacer frente a un
posible derrame de combustible en un área del Parque Nacional de Kodiak que
incluye ríos salmoneros y sitios arqueológicos. "Sabemos ya el terrible
impacto que los derrames pueden tener en Alaska. En 1989, la compañía petrolera
Exxon Valdez varó en Bligh Reef y versó cientos de miles de barriles de
petróleo en Price William Sound, cubriendo vastas áreas de la costa con una
espesa capa de crudo y matando miles de aves, focas y orcas", dijo la ONG
Greenpeace.
Fuente:
La
Gran Epoca
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