GUADALAJARA,
JALISCO | 10
DE ENERO DE 2013
Mientras en Bogotá, distrito capital de Colombia, la
legislación contra el maltrato animal tipifica como delito este flagelo, regula
la venta de animales de compañía, obliga a su pronta esterilización,
identificación, e incluso se pactan convenios con grupos vecinales para
“adoptar” a la fauna callejera que ronda el vecindario, en gran parte de México
sólo se aplican multas a quien sea detectado abusando de animales, sanciones
que rondan los 300 pesos.
El coordinador nacional de AnimaNaturalis, Antonio
Muñoz, ventila que sólo los congresos del Distrito Federal y el Estado de
Guerrero han acordado que la violencia contra animales sea considerada un
delito; el resto de entidades federativas registran avances (aunque en diversos
grados) en cuanto a la aplicación de multas administrativas. Y a nivel
municipal, en la Zona Metropolitana de Guadalajara sólo el Ayuntamiento de
Zapopan cuenta con un reglamento de protección animal, el cual que entró en
vigencia a finales del año pasado. Se trata del primer municipio en Jalisco que
impone multas y sanciones administrativas cuando se detectan acciones de
maltrato. Guadalajara también tiene un reglamento, pero a decir del
representante nacional de esa organización internacional en pro de los derechos
animales, “no está actualizado”, aunque se le ha notificado que esto
ocurriría en el corto plazo.
“A nivel estatal, a finales de la Legislatura pasada
se hizo una revisión de la Ley de Protección Animal, que fue vetada hasta dos
veces por (el gobernador) Emilio (González Márquez). Pero actualmente ya está
aprobada y en espera de que se publique; pero el maltrato animal aún no se
tipifica como delito”. Muñoz detalla que en países como Inglaterra y Alemania
incluso existen asociaciones de defensa animal que fungen como “lobbys de
presión política”, cuya fortaleza permite que sus demandas en verdad
trasciendan al discurso y se integren a la agenda política. Si esto ocurriera
en nuestro país, advierte el coordinador de AnimaNaturalis, también se
emprenderían verdaderas acciones de defensa animal cobijadas por el Estado.
Pero una evolución en este tenor “tiene que ver con
la cultura”. Y explica: “En el Distrito Federal, cuando se publicó el dictamen
que tipificaba como delito al maltrato animal, la respuesta de la Iglesia fue un
lamento porque la vida animal tenga más importancia que la vida humana (por la
despenalización del aborto), cuando no tiene qué ver. Se trata de tipificar el
delito para que no ocurra lo que en Durango, donde se sacrificó a una perrita
para que su matriz, sus órganos, se usaran en prácticas en una preparatoria”.
Pese a los incipientes avances en esta materia para
la Zona Metropolitana de Guadalajara, Muñoz rechaza calificarlos como un
rezago; por el contrario: “A mí no me queda más remedio que valorarlo positivamente;
es mejor que no tener nada”. De cualquier forma, la iniciativa se tomó. Ahora
resta, dice, que el resto de los reglamentos municipales contemplen emprender
acciones similares y, eventualmente, se conformen unidades de protección animal
(autónomas de las corporaciones policíacas o de protección civil), y estos
nuevos cuerpos de resguardo se hagan cargo de sancionar los abusos que cometa
la ciudadanía en este sentido.
Diálogos
con las nuevas autoridades
Aunque no hay un ranking que clarifique qué posición
toma México en cuanto a defensa de los derechos animales, sí son varios los
países de Sudamérica que lo rebasan. Por ello, la organización AnimaNaturalis
busca acercamiento con legisladores de diversas partes del país, en aras de
lograr la tipificación de delito al maltrato animal, y la prohibición de
espectáculos (circos, por ejemplo) donde estos sean usados a manera de
entretenimiento. Antonio Muñoz concluye que por el momento se han establecido
diálogos en el Distrito Federal, aunque también se formó un grupo de trabajo
con abogados y científicos para hacer observaciones a leyes federales como la
de Vida Silvestre. “Apenas empezamos con el cabildeo, y aunque apenas inició el
nuevo gobierno el panorama luce favorable. Pero los logros se consiguen en
diversas instancias: esperaremos hacerlo con municipios, estados y
eventualmente con el Gobierno Federal”, remata.
Para
saber:
El Distrito Federal y el Estado de Guerrero, los
únicos dos sitios del país donde el maltrato animal es clasificado como delito.
Zapopan, el único municipio metropolitano que ha conformado una unidad de
protección animal, y ha aprobado multas y sanciones por maltrato animal. El
municipio de Teocelo, en Veracruz, fue el primero en aplicar sanciones en
defensa de los animales; además, es el único municipio antitaurino de todo el
país.
Fuente:
El
Informador
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