WASHINGTON | 13 DE AGOSTO DE 2014
Una reciente
investigación de la Universidad de Washington indica que la exposición a
pesticidas, fungicidas, plásticos, dioxinas e hidrocarburos puede tener efectos
nocivos que se transmitan a por lo menos tres generaciones siguientes. El
estudio examinó las acciones del pesticida metoxicloro para promover la
llamada herencia epigenética transgeneracional de las enfermedades del adulto,
de acuerdo con la revista científica PLOS ONE.
Los expertos señalan que
si una mujer fue expuesta al metoxicloro, ello podría provocar un incremento
notable en la susceptibilidad de sus bisnietos para desarrollar ciertas
enfermedades, mayormente renales y ováricas, además de una mayor propensión a
la obesidad. Esa sustancia se introdujo en 1948 y fue muy utilizada en los años
70 como el sustituto más seguro del DDT en cultivos agrícolas, plantas
ornamentales y ganado, y aún se usa en muchos países a pesar de que fue
prohibida en Estados Unidos en 2003 por su toxicidad y capacidad para alterar
los sistemas endocrinos.
De acuerdo con
especialistas, el metoxicloro puede comportarse como la hormona estrógeno y
afecta profundamente al sistema reproductor. Los investigadores creen que
podría afectar la forma en que los genes se activan y desactivan en la progenie
de un animal expuesto, incluso a pesar de que su ADN y secuencia genética
permanezcan sin cambios, en lo que se denomina herencia epigenética
transgeneracional. Las consecuencias incluyen fertilidad reducida,
aparición precoz de enfermedades en adultos, así como el potencial de pasar
esos problemas a las generaciones siguientes.
El autor principal del
trabajo, profesor Michael Skinner, opina que las exposiciones al metoxicloro en
los pasados 50 años en Estados Unidos podrían estar ejerciendo un papel
relevante en las tasas crecientes de obesidad y otras enfermedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario