MORELIA | 4 DE OCTUBRE DE
2013
Los
organismos vivientes nos acercan a todo lo que contribuye a nuestro desarrollo
y por lo tanto a la continuación de nuestra vida, es por ello que también nos
alejamos de todo aquello que atenta contra nuestra integridad física; por esta
razón para el ser humano resulta difícil tener una empatía con las cucarachas,
las arañas, animales ponzoñosos o depredadores de nuestra especie e insectos en
general a diferencia de los osos panda, mamífero con el que simpatizamos porque
creemos que es más fácil interactuar con ellos, así lo aseveró el doctor
Alejandro Herrera Ibáñez del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la
UNAM en su conferencia “Del dolor a la empatía o de los osos panda a las
cucarachas”.
En
su charla enfatizó que los seres humanos tendemos a pensar que no está bien
matar animales de cualquier especie mientras no percibamos que nos puedan hacer
daño, sin embargo si aceptamos que es moralmente relevante aplicar la regla de
oro de la ética respetando a todo ser vivo que huye de lo que amenaza su
existencia de la misma manera que nosotros lo hacemos, tendremos un criterio de
considerabilidad moral más influyente y al cobrar conciencia de nuestras
semejanzas con otros seres empezaremos a simpatizar con ellos.
Resaltó
que han tenido que pasar varios años en México para hablar del dolor de los
animales y de no maltratarlos por motivos éticos, sin embargo, aún tenemos que
convencer a muchos con ciudadanos de que hay buenas razones para hacerlo, pues
a lo largo de nuestra historia, los seres humanos hemos dejado de considerar a
otros individuos, que anteriormente veíamos como no pertenecientes a nuestro
pequeño círculo, como extraños. “En el momento que nos damos cuenta que
tenemos que respetar, ayudar y cooperar con ellos en un plan de igualdad el
círculo se comenzó a ensanchar. No todos han estado ni están dispuestos a
aceptar esta ampliación del círculo, sin embargo las instituciones evolucionan
a pesar de las resistencias”, enfatizó.
El Dr. Herrera, Investigador de la UNAM |
Los
deberes morales acerca de otra especie no son otra cosa que deberes indirectos,
la bondad ejercida en relación con ellos tiene un valor formativo, educativo y
nos sirve de entrenamiento para fortalecer nuestras actitudes morales y para
ejercerlas adecuadamente para relacionarnos con nuestros semejantes. Agregó que
debemos buscar en otros seres semejanzas relevantes que nos permitan ampliar el
círculo de nuestras obligaciones morales. “Si nos percatamos de que no solo
nuestros semejantes humanos pueden experimentar displacer sino que hay otros
seres semejantes a nosotros que pueden pasar estas experiencias, inmediatamente
son acreedores a nuestra consideración moral”.
Finalmente
dijo que se han encontrado signos evidentes de inteligencia en primates,
delfines, pericos, perros y gatos pues expresan su deseos, por lo que no
tenemos que privilegiar el lenguaje como el único transmisor de los contenidos
mentales pues solo es uno de los muchos medios de comunicación existente en el
mundo de los seres vivos. “No hay una buena razón para privilegiar la
comunicación lingüística como el único medio de transmisión de contenidos de
estados mentales, solo nosotros somos criaturas lingüísticas pero ello no
implica que no pueda haber pensamientos y palabras en las criaturas no
lingüísticas a saber de otros sistemas semióticos de comunicación en lo que
otras especies se asemejan a la neutra es en la posesión de un sistema de
comunicación intraespecífica e interespecífica”, concluyó.
Fuente: Mi Morelia
No hay comentarios:
Publicar un comentario