Por: Fiona Harvey
The Guardian y El Clarín
ARGENTINA | 3 DE OCTUBRE DE 2013
Por primera vez, los
científicos más importantes del mundo presentan en detalle cuánto dióxido de
carbono pueden liberar en la atmósfera los seres humanos antes de generar
peligrosos niveles de cambio climático y concluyen que ya se ha usado más de la
mitad de la capacidad global.
Si la gente sigue emitiendo gases de invernadero
al ritmo actual, la acumulación de carbono en la atmósfera podría significar
que en dos o tres décadas el mundo enfrentaría un calentamiento inevitable de
más de dos grados, lo que derivaría en un mayor nivel del mar, olas de calor,
sequías y más episodios meteorológicos extremos.
El cálculo del “presupuesto de carbono” del
mundo fue uno de los resultados más sorprendentes que obtuvo el Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por la sigla en inglés), el
grupo de científicos que el viernes 27 de septiembre, luego de cuatro días de
reuniones en Estocolmo, difundió la evaluación más completa hasta la fecha de
lo que se sabe sobre el cambio climático.
Presentación del Informe del IPCC |
El informe, que tiene más
de 2.000 páginas, también determinó que “no cabe duda” de que el calentamiento
global es consecuencia de la actividad humana y que, si no se reduce “de forma
sustancial y sostenida” la emisión de gas de invernadero, se atravesará el
límite de los dos grados de calentamiento, un umbral simbólico que los
gobiernos del mundo se han comprometido a no superar.
Ban Ki-moon, el
secretario general de la ONU, instó a los gobernantes mundiales a prestar
atención a la “autoridad mundial sobre cambio climático” y a generar un nuevo
acuerdo global sobre reducción de emisiones. “El calor aumenta. Tenemos que
actuar ya”, dijo.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, William
Hague, respaldó el llamamiento: “A menos que actuemos ya mismo para reducir las
emisiones de carbono (los efectos del cambio climático) seguirán empeorando.
Gobiernos, empresas e individuos son responsables de ello. Cuanto más tardemos,
mayores serán los riesgos y los costos para las generaciones del presente y del
futuro.”
El IPCC también refutó el argumento de los escépticos de que una
“pausa” en los últimos diez a quince años del ascenso de la temperatura global
demostraba que había un error en los modelos digitales. En el resumen que se
publicó el 27 de septiembre al finalizar las deliberaciones en la capital
sueca, los científicos señalaron: “Cada una de las últimas tres décadas ha sido
más cálida en la superficie de la Tierra que cualquier otra década anterior
desde 1850.
Gráfico del Calentamiento Planetario |
En el hemisferio norte, es probable que el período 1983-2012 haya
sido el más cálido de los últimos 1.400 años.” Thomas Stocker, que presidió el
grupo que trabajó en el informe, dijo que medir años recientes en comparación
con 1998, un año excepcionalmente caluroso, era un error y que las tendencias
de temperatura sólo podían observarse en períodos más largos, de alrededor de
treinta años. La variabilidad natural se mencionó como una de las razones por
las que el calentamiento fue menos pronunciado en los últimos quince
años, así como el papel de los océanos en la absorción de calor, un fenómeno
que aún no se entiende bien. “No hay suficientes observaciones de la absorción
de calor, sobre todo en las profundidades de los océanos, que sería uno de los
posibles mecanismos que explicarían ese hiato en el calentamiento”, declaró
Stocker.
Pero el punto más
controvertido del informe fue su “presupuesto de carbono”. Los científicos determinaron
que, para que el calentamiento no exceda los dos grados, las emisiones totales
no pueden superar las 1.000 gigatoneladas de carbono. Para 2011, sin embargo,
ya se había emitido más de la mitad de esa “capacidad” total, 531
gigatoneladas.
Para asegurar que no se supere ese presupuesto, gobiernos y
empresas podrían tener que dejar valiosas reservas de combustibles fósiles sin
explotar. “Se puede quemar una cantidad determinada de carbono si no se quiere
exceder los dos grados”, afirmó Stocker. “Eso implica que si hay más que eso
(en reservas de combustibles fósiles) debe dejarse parte de ese carbono en la
tierra.” Otros descubrimientos clave que señala el informe –la primera
evaluación desde 2007 y apenas la quinta desde 1988- comprenden:
- Las
concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso son
ahora de un nivel “sin precedentes en por lo menos los últimos 800.000 años.”
- Es
probable que las temperaturas globales aumenten 0,3 grados, a 4,8 grados, para
fines de siglo, según cuánto controlen los gobiernos las emisiones de carbono.
- Se
estima que el nivel del mar subirá entre 26 y 82 centímetros más para 2100. La
amplia variación refleja la dificultad que siguen experimentando los
científicos para pronosticar aumentos del nivel del mar.
-
Los océanos se han acidificado, dado que ya han absorbido alrededor de un
tercio del dióxido de carbono emitido.
(Traducción de Joaquín Ibarburu).
Fuente: El
Clarín
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