BARCELONA | 10 DE OCTUBRE DE 2013
Representantes de 140
países han firmado hoy en la ciudad de Kumamoto (Japón) el primer
acuerdo internacional para controlar la contaminación por mercurio, uno de
los problemas ambientales y de salud pública más importantes del planeta.
La firma de
la denominada Convención de Minamata ha tenido lugar en una reunión
internacional auspiciada por Naciones Unidas con el objetivo final de
limitar la fabricación, exportación e importación de productos que contengan
niveles peligrosos de mercurio (entre otros elementos, los fluorescentes),
a partir del año 2020. Los términos del acuerdo obligan a los países firmantes
a reducir sus emisiones anuales de mercurio al medio ambiente y a promover
formas adecuadas de almacenamiento y de eliminación de este elemento altamente
nocivo.
La reunión se ha
celebrado precisamente en Kumamoto, capital de la prefectura donde se encuentra
Minamata, en recuerdo a la zona del Japón que padeció una grave intoxicación por
mercurio. El convenio entrará en vigor posiblemente a partir de 2016, cuando al
menos 50 de los países firmantes haya presentado su ratificación.
El objetivo
del acuerdo alcanzado se dirige en especial a reducir las emisiones de mercurio
utilizadas para extraer oro en las explotaciones mineras de algunos países del
oeste de África. Las características del mercurio hacen que esta substancia se
acumule en los seres vivos y afecte a animales y personas -con daños neurolanes
en caso de intoxicación grave- en amplias zonas del planeta. La peligrosidad
llega hasta el consumidor, por ejemplo, a través del pescado que acumula
mercurio.
Los 140 estados firmantes
del convenio, representados por más de 1.000 delegados políticos, se
comprometen a asistir económicamente a aquellos países en desarrollo que
necesiten apoyo financiero para terminar con sus emisiones de mercurio. La rúbrica de este
tratado es el resultado de cuatro años de negociaciones en las Naciones Unidas
y ha sido citado por varios gobiernos y varias ONG como la última oportunidad
del mundo para tomar medidas drásticas para terminar con las emisiones de
mercurio.
El pequeño pueblo costero
de Minamata, cercano a Kumamoto, fue escenario en 1956 de la primera
contaminación masiva por mercurio oficialmente reconocida, debida a los
vertidos que la empresa química Chisso hizo durante años a la bahía,
envenenando peces y humanos. Hubo miles de muertos y afectados, de los que unos
10.000 recibieron indemnizaciones del Gobierno japonés en 2012.
El mercurio es un metal
pesado extremadamente tóxico que no desaparece nunca del medio ambiente y que
se acumula en aire, agua y alimentos. Su forma más tóxica, el metilmercurio, se
acumula en los grandes peces predadores (atún, pez espada, tiburón…) y amenaza
a las poblaciones que se alimentan básicamente de pescado.
Fuente: La
Vanguardia
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