MEXICO | 8 DE NOVIEMBRE DE
2013
El
maíz transgénico no resuelve la demanda de la mayoría de los agricultores, pues
es una semilla que no tiene impactos de mayor productividad ni usa menos agua
en comparación con las semillas tradicionales, dijo Eduardo Benítez,
representante adjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), tras participar en la inauguración del
tercer encuentro regional del Observatorio del Derecho a la Alimentación en
América Latina y el Caribe. Si dicho tipo de maíz resolviera la problemática de
los campesinos, éstos la estarían solicitando, insistió.
Agregó
que en México no hay problemas en la producción de alimentos, sino en la
distribución. Actualmente los productores de frijol y maíz tienen buenas
cosechas y se prevé que para el próximo año el volumen disponible de granos
será excedente, ya que las presas están llenas. "El asunto es generar las
políticas e instrumentos para atender esta situación; es el momento de
construir las estrategias para tener disponibilidad de alimentos", acotó.
Respecto
del uso del maíz transgénico en el país, Robert T. Fraley, vicepresidente
ejecutivo de Monsanto, comentó que con el uso de la biotecnología agrícola,
México alcanzaría en 10 años la autosuficiencia en producción de maíz e incluso
podría convertirse en exportador del grano como han hecho Brasil y Argentina. Agregó
que cada año, el país destina más de 2 mil 500 millones de dólares para las
importaciones de maíz, equivalentes a 30 por ciento del consumo nacional. En
abierta contradicción con lo comentado por la FAO, sostuvo que con la
biotecnología mejoraría la productividad y rentabilidad de los agricultores, ya
que disminuirían hasta en 60 por ciento el consumo de agua; usarían menos
pesticidas y fertilizantes.
Fuente: Vanguardia
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