EL DOCUMENTAL DE GABRIELA COWPERTHWAITE QUE CRITICA LOS ESPECTÁCULOS CON ORCAS EN PARQUES ACUÁTICOS DESGLOSANDO VARIAS
MUERTES DE ENTRENADORES DE ESTOS ANIMALES
Por: Juan Sarda
ESPAÑA | 31 DE OCTUBRE DE 2013
La relación de los seres
humanos con los animales ha sido objeto reciente de tres documentales
importantes. El mejor, sin duda, es Grizzly Man (2005), de Werner Herzog en el
que veíamos la trágica historia de Timothy Treadwell, un "loco" que
se fue a vivir en plena naturaleza y pensaba que los osos son mejores que los
seres humanos y podía relacionarse con ellos. Después de cuidarlos, protegerlos
y defenderlos de forma acérrima, fue brutalmente asesinado por uno de ellos
junto a su novia.
La idea de la imperturbabilidad de la naturaleza, del
silencio mismo de Dios, se encuentra en otra fábula que pone en solfa el
ecologismo, Hacia rutas salvajes, de Sean Penn (2007), en la que otro personaje
real acaba devorado por una naturaleza invencible y sorda a consideraciones
morales.
Hace poco veíamos el
interesante documental Proyecto Nim, con muchos paralelismos con Blackfish. En
ambos trabajos, los "malos" no son los animales ni la imperturbable
naturaleza ante nuestras miserias si no los seres humanos. Si allí el problema
era querer comportarnos como animales, de lo que se trata en Proyecto Nim,
sobre un chimpancé amaestrado, y Blackfish, sobre los espectáculos con orcas en
parques acuáticos, es de lo mismo pero también de lo contrario, del error de
pretender que lo que es bueno para los seres humanos, o aceptable, puede serlo
para los animales. Al final, se trata de lo mismo, del peligro de romper el
ciclo natural de la vida, de no entender que todo tiene al mismo tiempo su
lugar y está conectado.
En Nim vemos como un mono
es educado y criado como si fuera un niño, se aficiona a la marihuana, ve la
tele y a veces parece un verdadero ser humano. Pero es un mono y es peligroso.
En Blackfish se investiga en las muertes de entrenadores de espectáculos que
involucran a orcas, todos conocemos muy bien también los que cuentan con
delfines.
La muerte de una entrenadora en 2010 da pie a la directora, Gabriela
Cowperthwaite a investigar no solo en las trágicas muertes del pasado (una de
ellas, sobre la que el documental se extiende profusamente, sucedida en Loro
Parque en Tenerife en 2009) sino sobre la barbaridad que supone hacer que
animales de varias toneladas pasen el resto de su vida confinados en jaulas
separados de sus familias.
Blackfish es un
apasionante documental porque más allá de las muertes y las tragedias, lo que
cuenta afecta a nuestra propia forma de pensar y concebir el mundo. La
reducción de animales bellísimos que contribuyen a que el ecosistema se
mantenga en pie a simples monos de feria a los que tirar cachuetes es, como se
señala hacia el final, una barbaridad que algún día veremos cómo hoy vemos el
circo romano.
Con el cambio climático acechando y cada vez más personas
solitarias enamoradas de su perro, lo que Blackfish, como Grizzly Man y
Proyecto Nim, nos propone es una relación más real y más profunda con la
naturaleza, y eso pasa también por mantener las distancias, por seguir cada uno
en su sitio.
Fuente: El
Cultural
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